16.2.05

YO-GA

El lunes fue mi primer día de hacer yoga. Después de casi dos meses sin nada de nada, me reincorporé al estira y afloja del hatha yoga. La cosa está en que también fue mi primer día en mi nueva escuela. Aquí la clase es más larga, no hay jardín y el maestro no llega como flotando. Aquí la clase es de hora y media y a la mitad de la clase nos mandan a la regadera: sí señores, me bañé con agua fría. Aquí el maestro no es güero y fornido (conste que no dije guapo), sino delgado y bruneto (y aunque tiene voz como de locutor de radioamor, uno termina por acostumbrarse).

No podría describirles el dolor que mi cuerpecito entero experimentó por tanto estira y afloja pero sí puedo decirles que con todo y dolor me fui a casa con una sonrisa bien suave, claro por esa sensación que el yoga deja en uno. Me pregunto qué pasará el viernes porque el viernes el maestro es otro, es el significant one y aunque en este momento no sé si hay o no hay con él pos no deja de ser El significant one, el maestro y el que a veces me pone nerviosa.

O bueno, quei serai serai... Por lo pronto, hoy toca (clase, clase).

1 comentario:

~ betty_vaga ~ dijo...

Jajajjaa es bueno aclarar =P