Entró enero y yo le entré a los últimos toques de un librillo que se va a audicionar lejoslejos. Si tiene suerte, se publica. Si no tiene suerte que se agarren el Víctor, la Natalia y nosécuántosmás porque ya estuvo bueno de ausencia y a ese libro ya le toca su debut. Cuando imprimí la versión final tuve un breve blues y me pregunté ¿ahora qué?; tenía mi manita en la frente como la drama queen que puedo ser y mi cara de "yanotengonadaquéhacer". Luego, mi otro yo (como si no fuera suficiente tener ya un yo como yo) me dijo: no te hagas, bien que sabes qué, bien que sabes que el ahora qué es esa novela que te has dedicado a postergar.
Ustedes entienden, la novela de yasabenquién. La novela que ni ustedes ni yo sabemos por qué tengo que escribir pero que ustedes y yo sabemos que tengo que escribir.
Mi argumento del año pasado era: "la novela tiene que descansar de mí y yo de ella", y ustedes lo aceptaban, acuérdense: asentían y confortaban. Pero ustedes y yo sabemos que este año ya no puedo seguir con el mismo argumento. Yo, tengo que escribir, antes de que la vida se me comience a olvidar (manita en la frente, puchero de drama queen). Tengo que escribir porque tengo mucho que escribir. Tengo que escribir porque ya tengo qué escribir.
Así : ya pues.
14.1.08
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1 comentario:
sí, ya pues... que tenemos ganas de leerla (muchas ganas).
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