Tengo en mis manos El oficio: un escritor, sus colegas y sus obras de Philip Roth, un delicioso libro en el cual el autor conversa con otros autores, y traza a puño y letra el sendero de sus vidas y sus escrituras; no es de sorprender que Roth inicie este volumen charlando con Primo Levi, continúe con Kundera, toque la voz de Edna O'Brien y cierre con Saul Bellow pasando antes por Mary McCarthy y por Bruno Schulz.
De entre todo lo rico que se encuentra en este libro me quedo con lo que la irlandesísima Edna O'Brien dice. Roth (en referencia a las experiencias personales de la autora) le pregunta:
- ¿Cree usted que seguir preocupándose por cosas así tiene algo que ver con la condición de escritor?
Y ella, inteligentemente, dice:
-Por supuesto. Es el precio de ser escritor. Nos acucia el pasado: el dolor, las sensaciones, los recuerdos, todo. Estoy convencida de que ese aferrarse al pasado es un fanático, casi desesperado deseo de reinventarlo, para poder modificarlo. Los médicos, los abogados y demás ciudadanos estables, no padecen de una memoria persistente. A su modo, quizá estén tan perturbados como usted y como yo, sólo que no lo saben. No andan escarbando.
¿Ven? Nos acucia el pasado.
Roth, Philip. El oficio: un escritor, sus colegas y sus obras. Barcelona: Seix Barral, 2003.
15.1.08
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