11.8.09

MI TÍA MARGARITA

Hace un año, aquí , escribí de mi tía Cuca. No expliqué ahí que los últimos años de su vida los pasó en la misma casa en la que vivió siempre, cuidando de su mamá, mi tía Margarita. Siempre andaban juntas por todos lados. De arriba para abajo en el carro de mi tía Cuca. Supongo que los años y sus arrugas y su cansancio les llegó también juntas.

Dicen que en el funeral de mi tía Cuca, la tía Margarita se la pasó riéndose y saludando a quienes reconocía. Para ella la senilidad significaba reírse de todo y de todos. No se dio cuenta, nunca se dio cuenta de que si estaban todos reunidos ahí era porque su hija, su única hija, había muerto. Creo que fue mejor que no se enterara que ella, su compañera de siempre, de arriba abajo, de a todos lados, había muerto. Pero nadie nos dijo qué pasó los días siguientes, los meses siguientes. Nadie nos dijo si en algún momento de lucidez se acordó de Cuquita y preguntó por ella.

Mi padre me ha dicho que su tía -la tía, nuestra tía- Margarita ha muerto también. No lo ha dicho triste, tampoco lo ha dicho con indiferencia. Lo dijo y ya. "La tía Margarita murió hace un mes". Dice que nadie le avisó, que apenas hace unos días que habló con su hermana se enteró de lo ocurrido. Mi mamá está molesta, no entiende por qué no nos avisaron. Mi mamá la quería mucho, también era su tía, a fin de cuentas. Mi papá no está molesto, mi papá me platica lo que siempre nos dice de ella "me quería mucho, era yo su sobrino favorito..."

La tía tenía unos 97 o 98 años. Cuando pasaba los veranos en el DF y mi mamá me dejaba en su casa para irse a estudiar a la Normal, era la tía la que me cuidaba. Ella me presentó los mercados y sus colores. Ella caminaba por todos lados. Ella me enseñaba las fotos de los tíos y de mi papá cuando estaban chicos. Ella me enseñó a rezar el padre nuestro. O tal vez era el ángel de la guarda, ya no sé.

La última vez que la vi usaba un bastón, seguía usando el cabello corto y lo rizaba perfectamente con tubos. Yo no tenía un hijo ni esta extraña necesidad, gusto o loquesea que estosea por escribir de los que ya no están, aquí.

2 comentarios:

Lito Kinney dijo...

Me encantó.
Esa misma historia está muy pronta a suceder en mi familia.
Luego te contaré.
Saludos, Syl.

sylvíssima dijo...

Ni las tías, ni nadie, deberían partir. Lo sé, lo sabes, lo sabemos todos. Sabes que puedes platicarme eso y lo que sea, se te quiere mutto, lito.
S.