29.9.08

LA POBRE TARJETA DE SEARS

Está echa un manojo de nervios pues la agarré fuerte de la mano y me la llevé de compras. Y aunque hoy mismo hay frente a mí un ingeniero eléctrico muy amable (y de un sentido del humor curioso cuando se trata de la mugre que una tiene tras su refri), decidí comprar refri nuevo. No sé cuándo llegue el endemoniado de plata pero ya llegará y será el nuevo integrante de la casa. Me preocupa qué haré con el mastodonte negro a quien acaban de acusarlo de problemas con su compresor, pero ya viene el mes del tilichero y chance alguien salga ganón... o con suerte se arregla y se vende al mejor postor.

Mientras tanto, como les decía, mi tarjeta de sears pide a gritos un tafil.

p.s.1 El mini-split tiene arreglo, de hecho ya ofrece aire helado pero el ingeniero eléctrico de humor dudoso ha dicho que mejor lo dejamos apagado hoy y esperamos a mañana para, de paso, ponerle una pieza nueva al tih4ytfuro (oséase a una cosa que nisiquiera entendí).

p.s.1.1. Me mata de la risa que el ingeniero eléctrico de humor dudoso haya decidido que hablemos en plural.

p.s.2. Vi una estufa monísima que combinaría perfecto con el futuro nuevo refri pero, les digo la pobre tarjeta de Sears me pide a gritos: PARA, MUJER, PARA (ah, porque ya entrados en gastos aproveché para mandarme hacer lentes nuevos, unos -por supuesto- DK rojos di-vi-nos.

p.s.3. ¿Qué tan lejos estaré del buró de crédito... o de compradores compulsivos anónimos? ni idea.

2 comentarios:

Dako dijo...

Nosotros los ingenieros y su humor muy raro =o

A veces cuento chistes y nadie se rie =/

Lady of Shalott dijo...

yo digo que unos dos o tres tarjetazos más y entras a compradores compulsivos.
mientras sigas abonando a tu tarjeta el buro de crédito se ve lejano en tu futuro.