21.12.04

ETERNAL SUNSHINE OF THE SPOTTED MIND

Es cierto.
A veces dan ganas de borrar los recuerdos.
A mí una vez me dieron ganas de borrar tus recuerdos. Es decir, mis recuerdos de ti. Borrarte a ti, pues. Me plantee la posibilidad de conseguir un borrador gigante para bsshh bsshh borrarte.

Terribles conclusiones:
1) Nadie vende borradores gigantes.
2) A nadie se puede borrar

Ayer que veíamos Eternal sunshine of the spotless mind, recordé ese episodio de mi vida. Cuando te quería borrar. Yo no pude y, asumo, tú tampoco. Digamos que guardamos en algún rincón "esos" recuerdos y seguimos con nuestras vidas. Lo que se guarda, de tanto guardar se olvida porque deja de ser importante. O algo así.

El caso es que ahora las cosas son otras y en mi mente hay otros recuerdos. Los que hemos ido construyendo, como un puente (nótese que desde el sábado estamos escuchando a Cerati) que nos permite cruzar a otra dimensión (desconocida, pero no twilight), los recuerdos que estaban ya y en realidad no lastiman. Los que no son tan buenos pero que nos ayudan a movernos con experiencia.

Ahora no sé qué ocurra, el futuro es un misterio siempre. Pero aunque tú desaparecieras de mi vida, de nuevo, no podría borrarte. You are a (nice) spot of my mind.

The eternal sunshine of my spotted mind.

1 comentario:

El Fabo dijo...

Todos quisieramos olvidar algun pasaje de nuestra vida, algun personaje que el destino nos puso en medio y que formo parte del rompecabezas de la existencia, pero son parte de uno forman parte de nuestro aprendizaje, y seran siempre parte integral de nuestro pasado y forjaran de manera inegable parte de nuestro futuro de alguna forma, lo mejor de esto es aprender a vivir con ellos (los recuerdos y las parsonas) y sacar lo bueno de esos momentos y evitar recordar amarguras y sin sabores..

despues de esta terapia y choro mareador he recorado tantas cosas que en veces no quisiera recordar ahhh nomas no me gusta recordarlas (aprenda a vivir con ellas wimp)