7.7.08

LODO

De pequeña jugaba barbies, casita, escuelita. También de repente fut-beis (razón por la cual, supongo que nunca aprendí bien a bien las reglas del futbol por un lado y las del beisbol por el otro). Regaba el jardín (o al menos así lo dice una foto) y me mojaba con agua de manguera. Andaba en bici, iba al parque de la calle de atrás.

Lo único, lo verdaderamente único que no hacía era ensuciarme.

Yo JAMÁS fui niña de andar en la calle con los pies descalzos, con las manos sucias, con tierra en vestido y cara. Olvídense de los pastelitos de lodo o de enfangarse después de la lluvia. No, no, no. Hasta la fecha un poco de polvo en las plantas de mis pies y me vuelvo loca.

¿Y qué hago cuando voy a la playa? Bien, pues la arena seca me gusta, me gusta su cosquilleo, además se quita sin dejar mancha (deja tan sólo unos granitos en todo caso). Arena mojada de mar, bueno sí es más pegajosa pero no es incómoda, es agradable es fresca y una camina un poquito y listo, limpios con agua de mar. Sin embargo, no me pidan quedarme más de 4 horas en la playa porque entonces cada 5 minutos miro el reloj.

El caso es que alguien que recién conozco y que me está ayudando y que me está cuidando y que me está enseñando y que me está diciendo cómo puedo soltar lastres me dejó de tarea caminar al menos 20 minutos diarios sobre la tierra o sobre el pasto mojado. Para cualquier persona esa tarea es un regalo, para mí en principio significó un reto. ¿Lo harás?, me preguntó. Y sin pensarlo un segundo dije: lo haré.

Sí, a pesar de que odio las plantas de mis pies sucios (freud stop there!), a pesar de mi pasado de niña limpiecita. A pesar de que lodo y tierra no combinan con mi pedicure. A pesar de todo, Yo Sylvia, voy a ensuciarme, es más ni siquiera lo veo como ensuciarme.

Yo, voy a tocar tierra. Tocar tierra.
Tocar tierra.

El sábado comencé. Primero en el jardín de mi casa y ayer por la noche lo hice en la terraza más hermosa. Lo hice acompañada de mis amigos quienes entre que se reían, se miraban, bromeaban y a su modo me vitoreaban. Se sintió bien.

Me juraron (¿o me advirtieron?) que en mi cumpleaños me aventarían con plastas de lodo.
¿Existe mejor regalo?

No.

Mi Lodo será mejor que el de Fadanelli, lo juro.

4 comentarios:

Ramma dijo...

Eso es, entonces, el mito de la Tierra Prometida...
Trata de no cumplir un contrato-decálogo demasiado estricto

jose fá dijo...

¿Con los pies en la tierra? ¡por fin!


que lo disfrutes

y una brazoa animador, casi con porra

Lady of Shalott dijo...

tiene que ser la tierra tierra? porque no meter los pies en lodo preaprobado para pedicure? ;)

matarías dos pájaros de un tiro, te reconectas y te consientes

Pina dijo...

nada más cuida que el lodo este limpio, jeje.
porque se puede hervir...

un saludote.

e Invitación al Festival Mar Bermejo aquí... in Gays on City:

el jueves 10 inauguran exposición de obra de Pablo Picasso en el recinto de la Escalera Náutica, a las 20:00 horas.

y el viernes 11, a las 19:00 Hrs. la presentación del libro de la Fita "casi un cuento" en la plaza 13 de julio. Presentan el bruno y carlos ánchez