22.2.06

FOOD SICK

Siempre he dicho que soy una gordita atrapada en este cuerpecito. Pero no cualquier gordita una gordita de a tonelada, ¿por qué? pues porque me gusta mucho la comida. Me pagan en la quincena y lo primero que pienso es qué voy a comprar en el Walmart de mandado o a dónde me voy a ir a comer/cenar. Es difícil que yo le diga que no a una buena comida.

Pero desde la crisis aquella de la gastritis mis hábitos alimenticios no son los mismos. No siento hambre o bien, siento mucha hambre. Comienzo a comer y de pronto a todo le encuentro un gusto de wácala. Me lleno luego, luego. Con decirles que de las tres tortitas de papa que mi (santa) mamacita me mandó ayer sólo me comí una.

Yup, I'm food sick.
Extraño, extraño no saben cuánto, sentir que sin importar lo que me suceda la comida siempre estará ahí para compensar mis pesares.

Mi pesar ahora es mi falta de apetito, ¿con qué se sana eso?

2 comentarios:

Jimena dijo...

Qué interesante!!! estaba yo `pensando sobre lo mismo estos días. te he visto en el blog de las historias y me he venido para aquí :-)

¡Hola!

Pues recientemente ha salido un libro de una escritora belga que hace una reflexión sobre el hambre que me parece muy interesante. Normalmente separamos el hambre de comida de la de conocimiento, de vida, de etc, etc.... pero en realidad no lo son tanto, quiero decir: de separadas. Así que el mes próximo me quiero comprar este libro si ninguno de mis amigos me lo regala jijijiji

Biografía del hambre
Amélie Nothomb

Por lo que he estado escuchando y viendo éste es un libro en parte autobiográfico y a la vez que una apología del apetito. La autora afirma que, aunque todo lo relatado es real, lo que diferencia la novela de la realidad es la escritura. No obstante en el relato explica su vida a través del hambre y reivindica una avidez y una glotonería en muchos registros: hambre de lenguas, de libros, de alcohol, de chocolate, ansia de belleza y de descubrimientos.

Es lo que se reseña... suficiente para tener hambre de ete libro, no crees?

Te copio más abajo una entrevista para que te dé aún más hambre ;-)

Un fuerte abrazo de cosas ricas y glotonas que sientan fenomenalmente bien !!!!

Jimena :-)



La escritora belga publica un relato autobiográfico sobre las cuestiones del apetito.




Nothomb, una escritora en plena forma. Foto: archivo
Amélie Nothomb, la prestigiada escritora belga, entra al lugar cubierta con una original chistera negra. Nothomb es autora también de la obra Metafísica de los tubos y presentó su novela Biografía del hambre, en la que narra las consecuencias de su voraz apetito que la condujo, entre otras cosas malas, a la anorexia, pero también a la literatura.

Nothomb -con ojos de niña grande que saltan continuamente al estado de sorpresa, como si todo lo que vive fuera intenso- se definió, esencialmente, como “una mujer hambrienta”, en un sentido amplio que incluye “alimentos, pero también libros, amor, cine, agua, conocimiento... Hambre de todo lo que existe”.

“Todos los hechos de la novela son ciertos, pero no es mi autobiografía porque no lo explico todo”, explicó. Para ella, “el hambre es el principal motor de la humanidad, y yo soy una campeona en sus diferentes categorías”. Puso como ejemplo a unos apáticos nativos del archipiélago de Vanuatu (las antiguas Nuevas Hébridas), “que, al vivir en un paraíso donde reina la abundancia y disfrutan de los más variados manjares sin tener que esforzarse ni producir, habían perdido el interés por las cosas. El hambre, la carestía, es lo que nos impulsa a investigar, a buscar, a descubrir cómo llenar el vacío”. De hecho, su libro podría definirse en positivo como “un tratado sobre el deseo”.

La infancia y adolescencia de Nothomb -hija de un embajador- se han desarrollado a caballo entre varios continentes, y se han convertido en el yacimiento del que extrae buena parte de su obra narrativa. Nacida en Kobe (Japón) en 1967, fue una niña excesiva, que “tenía más apetito que los demás, pero que viví eso como la posibilidad de experimentar más placer que otras personas”. A pesar de sus tempranas borracheras -en edad de parvulario-, con los restos de las copas de champán que sobraban de las recepciones que daba su padre, ella puntualiza que “sin pretender defender el alcoholismo infantil, en mi caso yo lo viví muy bien. También es verdad que fui salvada de él rápidamente por la anorexia, que me hizo abandonar la bebida”. ¿Sus padres estaban al corriente de sus libaciones? “Teníamos un pacto muy simple -responde-: libertad absoluta a cambio de sacar buenas notas”, un acuerdo “ciertamente peligroso pero que, como ven, no acabó del todo mal”.

La anorexia -que todavía sufre su hermana- también desató su actividad literaria, que “contiene una dimensión catártica que todavía no ha acabado... y eso que ya estoy escribiendo mi libro número 58” (Nothomb escribe tres libros al año, de los que sólo publica uno). Otra compulsión irrefrenable es la que siente hacia el chocolate, “el alimento que identifico con Dios” y del cual “soy capaz de ingerir cantidades monstruosas, tanto si es bueno como malo”.

Preguntada por si su elevada y precoz capacitación intelectual fue un obstáculo para integrarse entre los demás niños, respondió que “ese es otro tópico no del todo cierto en mi caso; si me permiten escoger, siempre será mejor la inteligencia que la estupidez”.

Otras obras autobiográficas de Nothomb publicadas en España son Estupor y temblores, Metafísica de los tubos y El sabotaje amoroso.

Su última novedad coincide con la aparición, en la editorial Funambulista, de El silencio del aviador, de su tío abuelo Paul Nothomb, a quien ayer definió como “un filósofo, héroe de la guerra de España, interesado por la mística”.

Fausto Vargas dijo...

Esto me hace recordar los megas burros...despues de, nada era chistoso Saludos