23.2.09

GONE WITH THE WIND

Este fin de semana me fui. Me fui lejos.
Me fui a resolver dos asuntos vitales: escritura y corazón, dos asuntos distintos (aunque no tanto cuando uno a veces depende del otro y el otro le hace cosquillas al uno y el uno no puede comportarse como uno quisiera). Dos asuntos a fin de cuentas y en su dimensión: vitales.

Anyway.
Me fui.
Resolví uno de los asuntos. Me volví a entusiasmar de ese de los asuntos. Regresé llena de energía, cara nueva, bríos varios. Ahora hay que poner manos a la obra.

Del otro asunto entendí que no está del todo en mis manos. Pero lo que de él hay en mis manos tiene la brisa del mar, pacífica y océana. Dispuesta.

Entendí, también, que si bien la brisa que mis manos han traído puede dar un nuevo aroma al asunto, éste -a pesar de todo- podría irse con el viento sin que nada pueda hacer al respecto.

Estoy lista para loquesea que ocurra.
Porque este fin de semana me fui, me fui lejos.
Me fui para volver, para volver cerca.

Me fui porque creo que la felicidad es un asunto serio.

1 comentario:

José María dijo...

Felicidades al Océano, tan grande y rugiente, que te vio el rostro.
Felicidades por lo que fuere.
Anyway.

¡Cómo me gustaría rugir a mí también!