Como si yo tuviera el tiempo del mundo. Como si hoy no tuviera que entregar exámenes y promedios de dos grupos antes de las tres pues de tres a cinco estaré ocupada en un proyecto de mi santa institución. Como si yo no tuviera otros dos grupos con exámenes que calificar. Como si el tiempo fuera mío tengo el descaro, el infinito descaro de sentarme a leer un relato de Lydia Davis y, peor aún, tengo el mayor descaro de inferir que es un cuento para mí y, mááás piiiorrr, tengo el desvergonzado atrevimiento de dedicarme a capturar un cachito y colocarlo aquí, al ladito de mis santas ocurrencias sylvíssimas.
A certain woman had a very sharp consciousness but almost no memory. She remembered enough to get by from day to day. She remembered enough to work, and she worked hard. She did good work, and was paid for it, and earned enough to get by, but she did not remember her work, so that she could not answer questions about it, when people asked, as they did ask, since the work she did was interesting.
She remembered enough to get by, and to do her work, but she did not learn from what she did, or heard, or read. For she did read, she loved to read, and she took good notes on what she read, on the ideas that came to her from what she read, since she did have some ideas of her own, and even on her ideas about these ideas. Some of her ideas were even good ideas, since she had a very sharp consciousness. And so she kept good notebooks and added to them year by year, and because many years passed this way, she had a long shelf of these notebooks, in which her writing became smaller and smaller...
Lydia Davis, "Almost no memory"
29.11.07
28.11.07
O SEA, ¿CÓMO?
Elmer Mendoza ganó el controversial premio Tusquets 2007, declarado desierto en el 2005, ganado excelentemente por Evelio Rosero en el 2006. Y da gusto y despierta aplausos y eso pero... se supone que el premio se entrega a novela inédita, entonces ¿quién me explica porque ANTES de que se hiciera público el premio ya había propaganda tusquetiana en el número pasado del Cuaderno Salmón ?
O sea, ¿cómo?
¿Estaremos volviéndonos tan locos como cualquier personaje de novela rusa? Lea esta nota
O sea, ¿cómo?
¿Estaremos volviéndonos tan locos como cualquier personaje de novela rusa? Lea esta nota
27.11.07
YA ENTENDÍ
No, no será novela. La novela que hago y por la que todos y todas ustedes preguntan de la hermana por la que todos y todas ustedes preguntan. No será novela. Y no crean que estoy perdida, deambulando triste por los caminos de los géneros literarios. NO. Yo sé que no será novela y además tengo claro lo que ha de ser. No es borrón y cuenta nueva pero sí es algo como borrón y cuenta nueva. No, no me siento mal por las cuartillas las muchas que no usaré me siento con un entusiasmo precioso él para escribir lo que yo ya sé que tengo que escribir.
¿Y quién mejor para cerrar este post que muestra lo que ya entendí? Pues Madame Hejinian poque cuando dice: "The years pass, years in which, I take it, events were not lacking".
¿Y quién mejor para cerrar este post que muestra lo que ya entendí? Pues Madame Hejinian poque cuando dice: "The years pass, years in which, I take it, events were not lacking".
26.11.07
RECETA PARA UNA REUNIÓN DE SÁBADO EN LA TARDE CON LOS AMIGOS DEL VIERNES EN LA NOCHE
- No planee con semanas de anticipación. Permítase que sus amigos decidan cuándo irán a su casa, a comer qué y por qué.
- Emborráchese sin planearlo, es viernes, piense igual y mañana es sábado y "seguro a todo mundo se le olvidará que quedamos de vernos en mi casa", dígase.
- Levántese a la una de la tarde.
- Llame a la 1:15 a uno de sus posibles invitados para ver si la cosa va en serio.
- Asústese cuando le dicen que sí.
- Corra al mandado, no no piense en peinarse, arreglarse o lucir wow para ir al walmart.
- No se vaya sin antes llamarle a su madre para pedirle la receta esa.
- Compre con prisas pero con orden.
- Consiga una Bere que le ayude a cocer la pasta mientras usted hace todo lo demás.
- Consiga una olla eléctrica mucho más grande que la propia.
- Llame a eso de las dos y cacho y diga a sus amigos: ya estoy cocinando en una hora y cacho todo está listo.
- Mientras la receta esa se coce a fuego lenta en la olla esa usted: ponga a cocer las papas y haga un puré violento pero delicioso, barre, trapee, sacuda, mueva, báñese, péinese.
- Acepte toda toda la ayuda, cooperación, cariños, apoyo e ingredientes de su significant one.
- Y cuando toquen a su puerta sus visitas, trate de lucir como si usted no acabara de pasar por un día muy sinónimo al desembarco en Normandía.
- Ah, y si a su reunión no llegan el editor que no puede separarse de su tele con megacable ni el videoasta con agorafobia a las colonias lejos del centro, no se sienta mal, eeeeelllooos, se lo pierden.
p.s. Gracias a los invitados, gracias por ser los primeros en esta empresa que se llama home sweet home.
585
Tu estancia en la larga distancia ha resultado en mi recibo telefónico en tres dígitos 5-8-5. A eso hay que sumarle renta, servicios de llamadas locales y mi infinitum. Te preocupa, sé que te preocupa porque tuviste la gran idea de revisar mi recibo. Pero esos tres dígitos ese cinco-ocho-cinco, no es nada. Nada, comparado con lo que se dijo, discutió, mitoteó y definió en cada una de esas llamadas.
Ahora estás aquí, bien aquí, muy aquí.
Y lo único malo es que es un quinientón que bien podríamos gastarnos en un super mandado para hacer una super cena o una super salida, de esas, de las nuestras, un viernes de esos en que hay niñera.
Así que deja el ceño fruncido de preocupación de lado y piensa, piensa todo lo que el cinco-ocho-cinco ha significado.
Ahora estás aquí, bien aquí, muy aquí.
Y lo único malo es que es un quinientón que bien podríamos gastarnos en un super mandado para hacer una super cena o una super salida, de esas, de las nuestras, un viernes de esos en que hay niñera.
Así que deja el ceño fruncido de preocupación de lado y piensa, piensa todo lo que el cinco-ocho-cinco ha significado.
23.11.07
EL RUIDO, SIEMPRE EL RUIDO
Rodeados por el ruido, separados
el uno con el uno que uno es
nos supimos negados de caricias,
señalados al fin por nuestros miedos
pero la llama que no cesa
nos regresó al instante.
Que por más que exista sólo en sueños
es adverso al silencio tanto ruido.
J.Ramírez
el uno con el uno que uno es
nos supimos negados de caricias,
señalados al fin por nuestros miedos
pero la llama que no cesa
nos regresó al instante.
Que por más que exista sólo en sueños
es adverso al silencio tanto ruido.
J.Ramírez
22.11.07
LIFE IN SECONDS?
El fin de semana me fui de viaje, compré los pendientes de toda mujer, madre y ama de casa debe comprar. Regresé cansada y aún así llegué a aprovechar el lunes de puente para armar, limpiar, mover, cambiar, instalar. Total, el martes venía camino al trabajo bostece y bostece y de pronto... de pronto... pum, un pequeño golpe al camellón del bulevar-carretera. ¿Qué pasó? pues asumo yo que cabecee un poco, no me lo explico de otro modo porque no recuerdo exactamente cómo pasé de mi carril-carril al borde del camellón.
Llegué a la oficina y en cuanto pude atrapé a un profesor y lo convertí en confesor-terapeuta. Me asusté esa es la verdad. No, no me pasó nada, no vi mi vida correr completa en cuestión de segundos. Yo, simplemente me asusté.
Yo no sé si fue eso o simplemente que se acercan las fechas decembrinas que a veces tanto temo, pero me nació una gana, así GANA de resolver, sonreír, apapachar. Envié un largo, largo correo al hermano con quien nunca he discutido y con quien me pasé de lista hace poco; abracé como nunca o como siempre he querido a mi padre y le dije que lo quería, el pobre no sabía que hacer con mi cuerpo encima de él en el sillón, mis besos en la mejilla y mis manos cubriendo sus ojos para que no viera los goles del partido.
Así que aunque no vi mi vida en segundos, sí decidí cambiar un poco el rumbo de mi humor en segundos, cambiar la posible navidad, mover un poco aquello que no movemos por temor, desidia o porque ya está tan así que por qué no dejarla así.
Seguro que no soy clara.
Seguro que este es otro desos posts catárticos.
Seguro que una vez más uso este blog como la terapia que me saldría en 500 pesos la sesión.
But, who cares?
Llegué a la oficina y en cuanto pude atrapé a un profesor y lo convertí en confesor-terapeuta. Me asusté esa es la verdad. No, no me pasó nada, no vi mi vida correr completa en cuestión de segundos. Yo, simplemente me asusté.
Yo no sé si fue eso o simplemente que se acercan las fechas decembrinas que a veces tanto temo, pero me nació una gana, así GANA de resolver, sonreír, apapachar. Envié un largo, largo correo al hermano con quien nunca he discutido y con quien me pasé de lista hace poco; abracé como nunca o como siempre he querido a mi padre y le dije que lo quería, el pobre no sabía que hacer con mi cuerpo encima de él en el sillón, mis besos en la mejilla y mis manos cubriendo sus ojos para que no viera los goles del partido.
Así que aunque no vi mi vida en segundos, sí decidí cambiar un poco el rumbo de mi humor en segundos, cambiar la posible navidad, mover un poco aquello que no movemos por temor, desidia o porque ya está tan así que por qué no dejarla así.
Seguro que no soy clara.
Seguro que este es otro desos posts catárticos.
Seguro que una vez más uso este blog como la terapia que me saldría en 500 pesos la sesión.
But, who cares?
21.11.07
FIN DE SEMESTRE
16.11.07
CUANDO NOS DEJÓ HUÉRFANOS
Se va.
Se va.
Se va.
Tiene obra y libros en venta. También su restirador.
Se va.
Se va.
Se va.
Las mejores y más difíciles discusiones.
Las mejores y más agudas críticas.
Las mejores y más largas borracheras.
Las mejores y más inquietantes palabras.
Se quedan.
Se quedan.
Se quedan.
M No se va al otro lado del mundo, ni a la luna.
Tiene celular, correo electrónico, usará el messenger cuando pueda.
No desaparece, pues.
Y sin embargo, una no puede dejar de admitir que habrá un sentimiento de orfandad por estos rumbos.
Te voy a extrañar, arpío.
Se va.
Se va.
Tiene obra y libros en venta. También su restirador.
Se va.
Se va.
Se va.
Las mejores y más difíciles discusiones.
Las mejores y más agudas críticas.
Las mejores y más largas borracheras.
Las mejores y más inquietantes palabras.
Se quedan.
Se quedan.
Se quedan.
M No se va al otro lado del mundo, ni a la luna.
Tiene celular, correo electrónico, usará el messenger cuando pueda.
No desaparece, pues.
Y sin embargo, una no puede dejar de admitir que habrá un sentimiento de orfandad por estos rumbos.
Te voy a extrañar, arpío.
15.11.07
CUANDO FUIMOS HUÉRFANOS
A mis ojos, yo iba rumbo a una tierra extraña donde no conocía a nadie...
Kazuo Ishiguro
Por las mañanas escucho noticias internacionales en radio netherlands. Un programa con locutores hispanos que narran desde la señora europa lo que ocurre en el mundo. Como a veces ni chance tengo de ver el periódico y Loret de Mola será muy guapo pero luego tiene unos reportajes bien bobos, he encontrado en radio netherlands el lugar exacto para informarme.
Esta mañana escuché un reportaje que me ha dado vueltas todo el día. Entrevistaron a la vicepresidenta de una sociedad chilena que se llama ¿Quiénes somos? Se trata de una asociación no gubernamental que une a personas que fueron adoptadas y que no tienen razón alguna de su pasado. De acuerdo a esta mujer, sólo el 10% de sus integrantes (lo siento no recuerdo si eran 3 mil o 300 mil) tiene documentos claros sobre su adopción, el otro 90% no. Es decir un gran número de estos adultos fueron, de pequeños, objeto de adopciones clandestinas o secuestros o algo por el estilo.
La mujer narró su caso. Dice que no sabe si su ascendencia es rusa o polaca (no dijo cómo sabe que es una u otra), no tiene idea de quiénes fueron sus padres, de cómo llegó a la familia que llegó y que si bien la cuidó nunca supo decir sobre su pasado. "No sé mi fecha de cumpleaños, dicen que debo tener entre 44 y 46 años... no sé cómo llegué aquí".
Escuchaba esto y pensé, cómo no hacerlo, en la novela de Ishiguro Cuando fuimos huérfanos su protagonista tiene sólo recuerdos vagos y que se oponen unos de otros sobre lo que fue su vida en Shangai. Porque eso sí sabe, que era de Shangai. Lo más curioso, y si me preguntan, grandioso de la novela es qué él es precisamente un detective, un detective con un enigma propio y sin solución.
Escuchaba a esta mujer y pensaba en ella como en el Banks de la novela de Ishiguro. Ella vicepresidenta de una asociación que trata de ayudar a recopilar información para los que fueron huérfanos y sin poder siquiera decir su edad.
Siempre he pensado que quien escribe de uno u otro modo por más ficción que haga escribe de sí. El pasado es la condena o fortuna del escritor. Para aquellos que intengran ¿Quiénes somos? el pasado no alcanza siquiera a ser condena o fortuna. Porque ni siquiera es.
14.11.07
SICOFANTE/OLIFANTE
El diálogo inició hace años. Se interrumpió por las mismas cosas que se interrumpen las mismas cosas, el factor misterio. El caso es que forma parte de mi círculo virtual y tenemos esporádicas charlas que breves profundizan. En ese pequeño tiempo que se da entre los capítulos sobre la gran Olga Orozco, y yo me doy entre exámenes, promedios y libros, el Sicofante saluda. Habla. Lee. Dialoga. Ríe.
Hablamos de libros y de hijos.
Hablamos de hijos y de libros.
Creo que una vez hablamos de los pantalones de un profesor de la universidad.
Le he confiado mi nuevo proyecto de no-escritura para la escritura.
Lo ha entendido.
Me ha confiado su deseo de leer lo que le venga en gana y YA.
Lo he entendido.
Nos hemos confiado que toda esa verdulería de ser escritor y moverse en el medio no nos va.
Supongo que hemos entendido que llega un punto en el que no importa ser publicado y leído y todo eso, importa la escritura por la escritura.
Y la lectura por sobre todas las cosas.
Hoy le hablé del olifante que quiere mi hijo de ocho años. Se sorprendió. Hoy caí en cuenta que que apenas puedo esperar para saber con qué nos saldrá el hijo del Sicofante.
Hablamos de libros y de hijos.
Hablamos de hijos y de libros.
Creo que una vez hablamos de los pantalones de un profesor de la universidad.
Le he confiado mi nuevo proyecto de no-escritura para la escritura.
Lo ha entendido.
Me ha confiado su deseo de leer lo que le venga en gana y YA.
Lo he entendido.
Nos hemos confiado que toda esa verdulería de ser escritor y moverse en el medio no nos va.
Supongo que hemos entendido que llega un punto en el que no importa ser publicado y leído y todo eso, importa la escritura por la escritura.
Y la lectura por sobre todas las cosas.
Hoy le hablé del olifante que quiere mi hijo de ocho años. Se sorprendió. Hoy caí en cuenta que que apenas puedo esperar para saber con qué nos saldrá el hijo del Sicofante.
QUE SIEMPRE NO...
Pos rulta que Ortuño no viene no puede o noséqué. El caso es que considerando que no lo voy a presentar y que yo no pertenezco a ningún medio de comunicación como para publicar lo que iba a leer y porque ya saben que siempre hago lo que me da la gana, aquí va una probadita del borrador de lo que iba a decir:
ANTONIO ORTUÑO, EL BUSCADOR DE CABEZAS o bien DE CÓMO ORTUÑO NO PASÓ EL ISO 9000.
Si la literatura mexicana actual tuviera que pasar por el ISO9000 no sé qué pasaría. Como saben El ISO 9000 fue creado para lograr calidad estandarizada, su beneficio es, entre otros, crear empresas comprometidas con su cliente, reducir rechazos e incidencias en la producción, asegurarse de que la empresa lleva a cabo una mejora continua y un aumento de productividad. Así que, creo que si la literatura mexicana saliera avante en el ISO sería algo bueno, ¿no? mayor productividad y mejora continua en sus autores, pero también estaríamos hablando de un estándar, del deseo de reducir el rechazo y la incidencia. La nuestra, sería una literatura que no arriesga, que no incide que no teme ser rechazada y que se mueve sólo por el compromiso con su cliente. Libros con decoro, eso tendríamos.
Sí, ya sé, ya sé, el ISO 9000 no viene al caso aquí, pero la verdad mientras más leo, mientras más nuevos libros nuevos autores, o mientras más libros mismos autores, siento que alguien, silenciosamente, nos está aplicando el dichoso ISO. Porque digan lo que digan, la sección “literatura mexicana” de estantes de librerías y bibliotecas no muestran una obra literaria que, al menos a mí, me gustaría leer: polémica, universal, arriesgada, intensa. Ya lo dijo de mejor modo y sin la analogía tonta del ISO, Rafael Lemus: “Hace décadas que ninguna generación deviene, en nuestro suelo, una escuela, un estilo, una ruptura (…) no se opone a su tradición. Es lo que es…”
Por eso, por todo esto, toparse con una novela como El buscador de Cabezas de Antonio Ortuño le devuelve a uno el ánimo. No todo está perdido, no todo son cenizas, no todo es reiteración, costumbrismo, provincia, frontera, tacos de canasta, viajes en metrobus. No todo es impotencia o importancia literaria. Antonio Ortuño hace del escombro, una narrativa. Busca y encuentra. Y la suya no es una búsqueda del artilugio de la sintaxis, ni de la estructura apantallante o de esas otras cosillas tan trendies hoy en día. La suya es una búsqueda más sencilla y necesaria. Ortuño buscó una buena historia y encontró la forma de contarla bien, punto. “Ajá, ¿y?” me pueden decir ustedes. Pues resulta que yo pienso que mientras más y más autores de este país caminan por una narrativa inmóvil, Ortuño ha creado la forma no sólo de hacer una narrativa móvil sino brutalmente móvil, desmesurada, delirante y eso, debo admitir, a mí como lectora me parece admirable. La narrativa debe ser así, tan desmesurada y delirante como la existencia misma.
Dicho esto, me dedicaré ahora sí seriamente en el resto de esta página a hablar de esta novela... (no continuará)
ANTONIO ORTUÑO, EL BUSCADOR DE CABEZAS o bien DE CÓMO ORTUÑO NO PASÓ EL ISO 9000.
Si la literatura mexicana actual tuviera que pasar por el ISO9000 no sé qué pasaría. Como saben El ISO 9000 fue creado para lograr calidad estandarizada, su beneficio es, entre otros, crear empresas comprometidas con su cliente, reducir rechazos e incidencias en la producción, asegurarse de que la empresa lleva a cabo una mejora continua y un aumento de productividad. Así que, creo que si la literatura mexicana saliera avante en el ISO sería algo bueno, ¿no? mayor productividad y mejora continua en sus autores, pero también estaríamos hablando de un estándar, del deseo de reducir el rechazo y la incidencia. La nuestra, sería una literatura que no arriesga, que no incide que no teme ser rechazada y que se mueve sólo por el compromiso con su cliente. Libros con decoro, eso tendríamos.
Sí, ya sé, ya sé, el ISO 9000 no viene al caso aquí, pero la verdad mientras más leo, mientras más nuevos libros nuevos autores, o mientras más libros mismos autores, siento que alguien, silenciosamente, nos está aplicando el dichoso ISO. Porque digan lo que digan, la sección “literatura mexicana” de estantes de librerías y bibliotecas no muestran una obra literaria que, al menos a mí, me gustaría leer: polémica, universal, arriesgada, intensa. Ya lo dijo de mejor modo y sin la analogía tonta del ISO, Rafael Lemus: “Hace décadas que ninguna generación deviene, en nuestro suelo, una escuela, un estilo, una ruptura (…) no se opone a su tradición. Es lo que es…”
Por eso, por todo esto, toparse con una novela como El buscador de Cabezas de Antonio Ortuño le devuelve a uno el ánimo. No todo está perdido, no todo son cenizas, no todo es reiteración, costumbrismo, provincia, frontera, tacos de canasta, viajes en metrobus. No todo es impotencia o importancia literaria. Antonio Ortuño hace del escombro, una narrativa. Busca y encuentra. Y la suya no es una búsqueda del artilugio de la sintaxis, ni de la estructura apantallante o de esas otras cosillas tan trendies hoy en día. La suya es una búsqueda más sencilla y necesaria. Ortuño buscó una buena historia y encontró la forma de contarla bien, punto. “Ajá, ¿y?” me pueden decir ustedes. Pues resulta que yo pienso que mientras más y más autores de este país caminan por una narrativa inmóvil, Ortuño ha creado la forma no sólo de hacer una narrativa móvil sino brutalmente móvil, desmesurada, delirante y eso, debo admitir, a mí como lectora me parece admirable. La narrativa debe ser así, tan desmesurada y delirante como la existencia misma.
Dicho esto, me dedicaré ahora sí seriamente en el resto de esta página a hablar de esta novela... (no continuará)
WISH LIST
Lo que quiere ÉL para Navidad:
- un videojuego del Zelda (the twilight princess of course)
- una brújula
- un olifante
La primer petición makes sense, ¿no? La segunda y la tercera han sido altamente cuestionadas. La única respuesta del susodicho es: "quizá los necesite algún día".
No, no sé qué planes tiene mi hijo para el futuro, es decir, para "algún día".
13.11.07
ISO 9000 Y ORTUÑO
¿Qué tienen qué ver el ISO 9000 y Antonio Ortuño?
Comprúebelo el próximo sábado a las 5 de la tarde en la Feria del Libro.
Comprúebelo el próximo sábado a las 5 de la tarde en la Feria del Libro.
12.11.07
12 DE NOVIEMBRE
Hoy es Día Nacional del Libro. Hoy el hijo y yo iremos a la bendita feria. Yo no sé qué comprará él con los billetitos que le daré pero sí sé que el estante más grande y (maldito) más caro se quedará sin: Amsterdam de McEwan, Sin sangre de Baricco y alguna cosilla de Bernhard o de Nothomb que aún no he decidido.
De los libros de Siruela, ni hablemos. En esta ocasión no trajeron ese de Musil que tanto quiero.
De los libros de Siruela, ni hablemos. En esta ocasión no trajeron ese de Musil que tanto quiero.
QUESTIONS
- 6:15 am. Missing call. Unreachable number my phone says... from unreachable sister?, I wonder.
- 12:00 pm. Cleaning closet. What do you really clean when you clean?
- 4:00 pm. Kitchen small talk. Whose monsters fool around as you listen about monsters who fool around?
- 5:30 pm. Hunchback from strings. No Notredame. Kids clap and laugh, you are somewhere else. Notredame?
- 6:30 pm. Friends with shrimps. Quick glimpse. Unable to explain? At that precise time you needed to be home alone.
- 8:00 pm. Wrong call. When will you learn not to call when you are not even supposed to think? When will you obbey Rosario?
- 11:00 pm. Honest call. Don't you love to learn these are the calls you SHOULD do?
- 00:46 pm. Insisting call. Unreachable number my phone says, the unidentified sister on the other line. The unreachable. When will you stop wishing this talks were easier, closer?
- 3:00 am. Dog howls. Your soul doesn't, anymore. Isn't this relief?
- 5:00 am. Smoke in London, says the news as you do your hair. Radio repeats: Smoke in London. When will you drive without coming up with a story to write?
8.11.07
FEAR OF BREAKDOWN
In one of his last psychoanalytic papers, D.W. Winnicot wrote: Fear of breakdown is the fear of a breakdown that has already been experienced. This statement has always been a source of great comfort to me. For years I took it to mean that the other shoe has already dropped, that you've already been to the place you fear the most, that you've already come back from it.
It´s only lately that I've ralized that Winnicott is not suggesting that breakdowns do not recur. Now I see that he may be suggesting just the opposite: that fear of breakdow in our past may be precisely what causes it to repeat in our future.
Maggie Nelson, The Red Parts
It´s only lately that I've ralized that Winnicott is not suggesting that breakdowns do not recur. Now I see that he may be suggesting just the opposite: that fear of breakdow in our past may be precisely what causes it to repeat in our future.
Maggie Nelson, The Red Parts
7.11.07
CAMPAÑA EN DOS FASES CONTRA EL DOS POR CIENTO
Inicié una campaña de lectura. Mi campaña roza tintes de humor y tintes bélicos. El objetivo no importa, bien podría ser que estoy en contra del maldito dos por ciento ese que tanto me caló o porque simplemente creo que leer beneficia la salud.
FASE 1:
Pegué en la ventana y puerta de mi oficina y en la de mi jefa, una hoja con letras gigantes que decía: LOS DIEZ LIBROS QUE TIENES QUE LEER ANTES DE CUMPLIR LOS VEINTE. Luego, venía la lista (que yo bien lista, estructuré y que yo más lista aún, no compartiré aquí). Al final en letras pequeñitas, como esas que vienen en los contratos y que uno no debe obviar, escribí: Si no sabes con cuál de estos libros empezar, visítame y de acuerdo a tu personalidad y signo zodiacal yo te diré cuál es el libro ideal para comenzar.
Mi campaña ha tenido un efecto divertidísimo. En primer lugar recibí visitas de alumnos que me dijeron, "ah sí yo ya leí tal o tal, y siempre he querido leer este que pone aquí", es decir, primero llegaron los ya lectores que no venían por recomendación y que incluso se quedaron a platicar de algún otro libro que no estaba en la lista y que ellos disfrutaron. En segundo lugar llegaron alumnos admitiendo que no habían leído ninguno de la lista y querían que yo les dijera cuál debían leer y que, además, no podían creer que aparte de poner acentos y escribir bien yo pudiera recomendar basándome en su signo (¿y puedes hacerlo? quizá me quieran preguntar ustedes pero ya dije que soy bien lista y no les voy a contestar, a menos de que me manden su signo). En tercer lugar, llegaron los profesores, hubo aquellos que ya habían leído uno que otro y coincidieron con que eran de rigor antes de los veinte, hubo aquellos que con cara de preocupación me dijeron "¿y si no los he leído?" y hubo otros que me ayudaron a que la lista creciera. El caso es que bajita la mano, de seguro tengo a un par de personas leyendo. Probablemente no tantos como quisiera pero, hey, es la primera fase.
FASE 2: Uno de los temas en mi clase de Sociedad y Desarrollo en México con mis chicos de profesional de sexto y séptimo semestre era literatura mexicana. Decidi que en vez de todos ponernos a leer un mismo libro los haría leer a todos un libro distinto basándome en lo que hasta ahora más o menos sé de ellos. ¿Resultado? todos leyeron (no sólo porque serían evaluados sino por el bendito morbo de "¿por qué quería mi maestra que YO precisamente YO leyera esto?"). Un buen número de alumnos me dijeron que le atiné, que el libro no sólo les había gustado sino que en efecto había algo en él un noséqué que les hacía sentir que estaba escrito para ellos. Hubo un otro número de alumnos que si bien no disfrutaron tanto ese libro en especial, sí fueron capaces de dialogar con el texto y fundamentar por qué no había logrado convencerlos y por puritito orgullo me dijeron: "ahora voy a leer el que leyó fulanito porque me lo platicó y se me antojó... qué gacha, ¿por qué no me puso a mí a leer ese?" Así que mi desatino no fue tan desatino.
La chinga, pardon my french, fue calificar la lectura. No, no iba a pedirles un reporte de lectura, ya ven que el copy-paste anda muy de moda en esta temporada. El día del examen escribí dos opciones de pregunta para cada libro leído por cada alumno, ellos tenían que elegir y contestar. Y sólo podría contestar, verdaderamente contestar, aquel que hubiera leído, verdaderamente leído el libro (le gustase o no).
Ya tengo planes para mi FASE 3.
Suelo ser demasiado optimista y quiero creer que algunos de mis alumnos buscarán más libros de ese autor y eso quizá los lleve a otros autores. Pero también soy consciente de que lo más probable es que algunos de estos nuevos lectores no vuelvan a tocar un libro jamás o, siendo menos dramática, quizá pase mucho tiempo antes de que vuelvan a tocar otro. Pero de seguro porlarazónquesea nunca lo olvidarán.
FASE 1:
Pegué en la ventana y puerta de mi oficina y en la de mi jefa, una hoja con letras gigantes que decía: LOS DIEZ LIBROS QUE TIENES QUE LEER ANTES DE CUMPLIR LOS VEINTE. Luego, venía la lista (que yo bien lista, estructuré y que yo más lista aún, no compartiré aquí). Al final en letras pequeñitas, como esas que vienen en los contratos y que uno no debe obviar, escribí: Si no sabes con cuál de estos libros empezar, visítame y de acuerdo a tu personalidad y signo zodiacal yo te diré cuál es el libro ideal para comenzar.
Mi campaña ha tenido un efecto divertidísimo. En primer lugar recibí visitas de alumnos que me dijeron, "ah sí yo ya leí tal o tal, y siempre he querido leer este que pone aquí", es decir, primero llegaron los ya lectores que no venían por recomendación y que incluso se quedaron a platicar de algún otro libro que no estaba en la lista y que ellos disfrutaron. En segundo lugar llegaron alumnos admitiendo que no habían leído ninguno de la lista y querían que yo les dijera cuál debían leer y que, además, no podían creer que aparte de poner acentos y escribir bien yo pudiera recomendar basándome en su signo (¿y puedes hacerlo? quizá me quieran preguntar ustedes pero ya dije que soy bien lista y no les voy a contestar, a menos de que me manden su signo). En tercer lugar, llegaron los profesores, hubo aquellos que ya habían leído uno que otro y coincidieron con que eran de rigor antes de los veinte, hubo aquellos que con cara de preocupación me dijeron "¿y si no los he leído?" y hubo otros que me ayudaron a que la lista creciera. El caso es que bajita la mano, de seguro tengo a un par de personas leyendo. Probablemente no tantos como quisiera pero, hey, es la primera fase.
FASE 2: Uno de los temas en mi clase de Sociedad y Desarrollo en México con mis chicos de profesional de sexto y séptimo semestre era literatura mexicana. Decidi que en vez de todos ponernos a leer un mismo libro los haría leer a todos un libro distinto basándome en lo que hasta ahora más o menos sé de ellos. ¿Resultado? todos leyeron (no sólo porque serían evaluados sino por el bendito morbo de "¿por qué quería mi maestra que YO precisamente YO leyera esto?"). Un buen número de alumnos me dijeron que le atiné, que el libro no sólo les había gustado sino que en efecto había algo en él un noséqué que les hacía sentir que estaba escrito para ellos. Hubo un otro número de alumnos que si bien no disfrutaron tanto ese libro en especial, sí fueron capaces de dialogar con el texto y fundamentar por qué no había logrado convencerlos y por puritito orgullo me dijeron: "ahora voy a leer el que leyó fulanito porque me lo platicó y se me antojó... qué gacha, ¿por qué no me puso a mí a leer ese?" Así que mi desatino no fue tan desatino.
La chinga, pardon my french, fue calificar la lectura. No, no iba a pedirles un reporte de lectura, ya ven que el copy-paste anda muy de moda en esta temporada. El día del examen escribí dos opciones de pregunta para cada libro leído por cada alumno, ellos tenían que elegir y contestar. Y sólo podría contestar, verdaderamente contestar, aquel que hubiera leído, verdaderamente leído el libro (le gustase o no).
Ya tengo planes para mi FASE 3.
Suelo ser demasiado optimista y quiero creer que algunos de mis alumnos buscarán más libros de ese autor y eso quizá los lleve a otros autores. Pero también soy consciente de que lo más probable es que algunos de estos nuevos lectores no vuelvan a tocar un libro jamás o, siendo menos dramática, quizá pase mucho tiempo antes de que vuelvan a tocar otro. Pero de seguro porlarazónquesea nunca lo olvidarán.
6.11.07
UNA SEMANA
Eso le queda al semestre.
Una semana. Una semana. Una semana. Una semana. Una semana. Una semana. Una semana. Una semana. Una semana. Una semana. Una semana. Una semana. Una semana. Una semana. Una semana. Una semana. Una semana. Una semana. Una semana. Una semana. Una semana. Una semana. Una semana. Una semana. Una semana. Una semana. Una semana. Una semana. Una semana. Una semana. Una semana. Una semana. Una semana. Una semana. Una semana. Una semana. Una sem...
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5.11.07
4.11.07
3.11.07
LA PAQUITA DEL BARRIO DE LA ORTOGRAFÍA
Ayer tuve con mis alumnos de profesional una sesión especial de revisión de ensayos.
Estaba yo en mi escritorio y conforme todos trabajaban en algo iba llamándolos uno por uno para que siguieran mi lectura y comentarios sobre su ensayo. Yo, como alumna, sufría enormemente de recibir tal o cual calificación sin más ni más. Así que aunque sé que me meto en camisa de once varas, leo los trabajos de mis alumnos con lentes y dedicación, armada de mi plumita roja escribo comentarios al margen. Utilizo además una rúbrica especial que otorga de 1 a 4 puntos en categorías como redacción, manejo de fuentes, formato, contenido (dentro de cada una de estas categorías hay más detalles que les ahorro (pero si hay algún lector aquí que sea profesor y le interese, con gusto los comparto). La finalidad es que cuando vean que sacaron tal o cual calificación sepan con claridad por qué y sepan también de qué manera se puede mejorar el ensayo en cuestión o su redacción, investigación o manejo de fuentes en general (ya saben que no nos rige Dios sino el MLA por sobre todas las cosas).
Bueno, en eso estaba y de pronto lo que tenía alrededor de mí no era el autor de cada ensayo sino un buen grupo de alumnos (los ingenieros) que en especial hacen de mi labor docente una vida encantadora y llena de humor. Oía comentarios entre ellos o hacia mí como "Wey, no le pusiste comillas", "¿Cómo no citaste bien al autor?", "Chale se me fue ese acento", etc, etc. Ninguno se veía enojado, tampoco realmente avergonzado. Ese era un momento tan de risas. Luego uno de ellos me confesó: "Maestra cuando comienza a leer y veo que ya toma su pluma roja, siento re feo... aunque ya sé que en sus comentarios me pone te faltó esto o aquello, yo la veo escribir y siento que el rojo sólo me dice aaah como eres buuuuurro", nos reímos mucho y luego, alguien dijo: "Maestra usted es con nosotros como Paquita la del Barrio, acá bien dura, cuando en los comentarios de la rúbrica dice:'falta pulir el formato, recuerda utilizar sangría cuando las citas son de más de etc etc.' con su pluma roja, es como si nos cantara 'eres una rata de dos patas'... que no escribe bien."
Hacía mucho que no me reía tanto, de mis ojitos salían lágrimas. Todos estábamos doblados, agarrándonos la panza de lo mucho que nos hizo carcajear Fulanito. Nadie se lo tomó a mal, mucho menos yo.
Es suave eso de poder enseñar y reír al mismo tiempo. Muy suave.
(Sólo espero nunca tener el corte y el cuerpo de Paquita).
Estaba yo en mi escritorio y conforme todos trabajaban en algo iba llamándolos uno por uno para que siguieran mi lectura y comentarios sobre su ensayo. Yo, como alumna, sufría enormemente de recibir tal o cual calificación sin más ni más. Así que aunque sé que me meto en camisa de once varas, leo los trabajos de mis alumnos con lentes y dedicación, armada de mi plumita roja escribo comentarios al margen. Utilizo además una rúbrica especial que otorga de 1 a 4 puntos en categorías como redacción, manejo de fuentes, formato, contenido (dentro de cada una de estas categorías hay más detalles que les ahorro (pero si hay algún lector aquí que sea profesor y le interese, con gusto los comparto). La finalidad es que cuando vean que sacaron tal o cual calificación sepan con claridad por qué y sepan también de qué manera se puede mejorar el ensayo en cuestión o su redacción, investigación o manejo de fuentes en general (ya saben que no nos rige Dios sino el MLA por sobre todas las cosas).
Bueno, en eso estaba y de pronto lo que tenía alrededor de mí no era el autor de cada ensayo sino un buen grupo de alumnos (los ingenieros) que en especial hacen de mi labor docente una vida encantadora y llena de humor. Oía comentarios entre ellos o hacia mí como "Wey, no le pusiste comillas", "¿Cómo no citaste bien al autor?", "Chale se me fue ese acento", etc, etc. Ninguno se veía enojado, tampoco realmente avergonzado. Ese era un momento tan de risas. Luego uno de ellos me confesó: "Maestra cuando comienza a leer y veo que ya toma su pluma roja, siento re feo... aunque ya sé que en sus comentarios me pone te faltó esto o aquello, yo la veo escribir y siento que el rojo sólo me dice aaah como eres buuuuurro", nos reímos mucho y luego, alguien dijo: "Maestra usted es con nosotros como Paquita la del Barrio, acá bien dura, cuando en los comentarios de la rúbrica dice:'falta pulir el formato, recuerda utilizar sangría cuando las citas son de más de etc etc.' con su pluma roja, es como si nos cantara 'eres una rata de dos patas'... que no escribe bien."
Hacía mucho que no me reía tanto, de mis ojitos salían lágrimas. Todos estábamos doblados, agarrándonos la panza de lo mucho que nos hizo carcajear Fulanito. Nadie se lo tomó a mal, mucho menos yo.
Es suave eso de poder enseñar y reír al mismo tiempo. Muy suave.
(Sólo espero nunca tener el corte y el cuerpo de Paquita).
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