19.6.09

Y YO


Que me había negado por tanto tiempo ya, que dije que sí con facilidad cuando el hijo decidió que el último se fuera mejor a vivir con los abuelos; yo que no hace más de una semana le decía a una amiga que ya había superado eso y que no tenía ni tiempo ni ganas. Yo: adopté un perro.


No es un cachorro. Es una preadolescente dálmata de año y medio. La cigüeña la encontró en la calle perdida, lastimada de una patita. La cuidó, la alimentó, la llevó a la veterinaria, caminó un poco con ella para ver si sus padres reales aparecían. Consideró en quedársela pero la cigüeña ya tiene muchosmuchos perros y gatos. Así que puso un anuncio en su FB y yo lo leí y así sólo leyendo, sin foto ni nada, lo decidí. Instinto, tal vez.

Así que desde ayer Cameron vive conmigo. Es hermosa. Esta mañana se acostó en la alfombra mientras yo me arreglaba. Me dio la pata cuando me senté a darle su tiempo de calidad matutino. El patio le encantó. La casa también. Comió, bebió, tomó su medicina. Lloró un poco cuando se dio cuenta de que el carro se iba y ella se quedaba.

Y yo, que ya no quería perros en mi vida estoy muy, muy feliz con la nueva situación perruna.

6 comentarios:

gaby rotten dijo...

:)

perros rules!



perros crew!

María Antonieta Mendívil dijo...

Qué importa lo que hayas dicho, ¡tienes perra! Saludos de Rabito (que ancohe durmió en mi cuarto porque le teme a la lluvia). Felicidades :D

jose fá dijo...

¡esa perra se está riendo!!

mar adentro dijo...

¡Tener un perro...es lo máximo!!

Dalígula dijo...

Felicidades por tu nueva etapa perruna. Son la neta =)

sylvíssima dijo...

gracias, gracias, somos muy felices juntas...