25.2.08

SUNRISE ORANGE

Sigo pensando que la mejor forma de abandonar necedades, monólogos absurdos, la ansiedad o el simple mal humor es haciendo cambios. Embelleciendo el lugar en el que vives.

El viernes moví todos los muebles de mi oficina. El sol sale ahora del lado derecho.
El sábado acomodé algunos cajones (no muchos, la verdad)
Pero el domingo ocurrió lo mejor, me armé de valor y de mi mejor billete de cien pesos y me fui a comprar pintura para una pared de mi cuarto.

Estaba yo ahí en mi Walmart favorito, en la sección de pinturas. Nadie atendiendo. Voceaban y nada, nadie llegaba. Pasaba el tiempo, la primera vez que mi vi reloj ya iban 17 minutos de espera; a los 24 pensé en irme pero me dije: "si me voy, no vuelvo, si me voy, me llevaré a casa el mismo ánimo y el mismo color del día". Así que saqué la novela que traía en mi bolsa (siempre cargo una novela en mi bolsa) y me puse a leer y esperar. Leer y esperar.

Finalmente llegó el tipo. Le indiqué el color: "Sunrise Orange", me dijo. Asentí. ¿No es acaso el mejor nombre para el color que le alegrará cada mañana?

Así que ayer, mientras escuchaba dos, casi tres capítulos de Dr. House, mientras mi hijo se traía su comida dominguera a mi cuarto, yo, yo llenaba mi habitación y mi vida de sunrise orange.

1 comentario:

gaby rotten dijo...

y tienes que venir, la jenny & I, nos maquillaremos de paredes sunrise orange.

te mando besos en espera de convencerte, ya todos están bien emocionados y la jenny canceló la visita de los melmac.

(no quise darte una carga de angustia culposa, lo hice?)

:P