29.11.04

INSISTO, ¿DÓNDE ESTÁ EL INSTRUCTIVO? (las dudas de una madre)

Tengo años buscándolo y no aparece. Es algo muy común, adquirimos algo y el instructivo lo mandamos al demonio. Bueno, ¿quién necesita el instructivo de un tostador o de una secadora de cabello? Hay un instructivo para todo, por eso es fácil pensar que un hijo debe venir con instructivo, es lo mínimo ¿no? digo, es también una inversión.

Pero yo traspapelé el mío (el instructivo, no el hijo) o simple y sencillamente la cruda realidad: no venía con instructivo. Pero a cada rato siento el impulso de buscarlo. Como este sábado en que al ver la imagen de Cristo con la corona de espinas (en una estampita que vendían en la calle) me dictó, muy serio, una serie de preguntas:

1) ¿Quién le hizo eso?
2) ¿Por qué lo clavaron?
3) ¿Por qué nadie le ayuda?

Y yo, rogándole a los ángeles, a los santos y a vosotros hermanos por respuestas concretas. Antes de finalizar mis plegaras la cuarta demanda estaba ya expuesta:

4) ¿Por qué nunca me has platicado la historia de diosito?

Mi versión de la historia de Cristo estuvo amenizada por pesebres, borreguitos, reyes, estrella de belén, acá todo muy naif... y él no cesaba de preguntar pero ¿y la corona de espinas? ¿cuándo pasó eso?

Demonios, digo... bueno, el caso es que estaba atorada. Continué una versión tipo duro de matar en la que Cristo en lugar de devolver cada bendito trancazo, simplemente pone la otra mejilla y permite ser crucificado, muerto y sepultado por, ay nanita, nuestra salvación. ¿Y su papá no hizo nada? Y yo con ganas de decirle al de cinco, no, nada y ese es mi gran dilema religioso desde que tengo uso de razón. No, no hizo nada, hijo. Nadie hizo nada.

Silencio largo.

¿Quieres decir que es como en las películas? (¿ya ven?, no estaba perdida en mi referente) En las películas siempre hay uno que se sacrifica por un amigo.

Silencio mediano.

No podía desaprovechar esa oportunidad de irme por un camino menos sinuoso.
Ándale, así fue, como en las películas.

Y ahí, bendito Dios, quedó todo.
Hasta la próxima, hasta que esté en la primaria y alguien le platique del Big Bang y vénganos tu reino habrá que comparar la versión de Darwin con la versión del Catecismo... así que si alguien le encuentra el instructivo a su hijo, no sean gachos mándenme un forward del mismo.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Creo que quienes venimos sin instructivo, somos las madres y los padres. Los hijos-hijas han de preguntar: "¿Cómo es posible que no tengan respuesta? ¿Qué no son ellos quienes deben ensañarnos? ¿Acaso ellos nunca hicieron esas preguntas? Dios mío, tú el de esa corona rara, ¡mándame el instructivo para hacer funcionar a mis papis!"

El Fabo dijo...

increible las preguntas retoricas de un niño son las mas dificiles de resolver mas cuando se involucran los dogmas de fe, ya que nosotros somos una sociedad en un alto porcentaje educados en el seno de una familia catolica, pero con pocas tendencias a respetar lo poco o mucho que aprendimos de la misma, fuimos una generacion que se revelo a las pocas respuestas. por lo que no tenemos fuerte la fe en las situaciones que a religion se refiere, y los niños perciben el miedo y la inseguridad de nuestras respuestas y es ahi cuando atacan con una letania de: porque? porque? porque? porque?

sylvíssima dijo...

y uno, querido Fabo, con ganas de contestarle a todo: no sé, no sé, no sé, no séeeee...