Hoy tuve un reencuentro simplemente maravilloso. Pero antes de platicar de lo de hoy tengo que llevarlos de la mano y remontarlos a casi 11 o 12 años atrás.
La Galería Café se acababa casi de inaugurar. Yo estaba ahí viendo los cuadros de una joven pintora.
A los días, estaba en ese mismo lugar pero charlando con la joven pintora.
Yo, en esa época, era una joven escritora.
Joven pintora y joven escritora se hicieron amigas. Joven pintora y joven escritora compartieron intereses, ideales, cafés, historias de novios y ex-novios.
Luego, pasaron años y la siguiente vez que se vieron cada una cargaba un bebé en la panza. Su segundo y mi primero.
La Galería Café se acababa casi de inaugurar. Yo estaba ahí viendo los cuadros de una joven pintora.
A los días, estaba en ese mismo lugar pero charlando con la joven pintora.
Yo, en esa época, era una joven escritora.
Joven pintora y joven escritora se hicieron amigas. Joven pintora y joven escritora compartieron intereses, ideales, cafés, historias de novios y ex-novios.
Luego, pasaron años y la siguiente vez que se vieron cada una cargaba un bebé en la panza. Su segundo y mi primero.
Hace unos días vi una exposición suya. Escribí de ella.
Y hoy, después de nueve años, nos hemos visto en la casa del vecino que todos quisieran tener pero que es exclusivo de las artistas, escritoras y fotógrafas-diseñadoras. Hoy, revivimos momentos, hoy nos compartimos el maratón de vida (con sus sabores y sinsabores) que hemos llevado. Hoy reiniciamos.
No se sorprenda usted que pronto esta pintora-madre-de-dos-hijos y esta escritora-madre-de-un-hijo se frecuenten más y le quiten el polvo a esos lazos que desde el principio se delataban fuertes.
La volveré a ver pronto, nuestros hijos se conocerán, le daré mi libro y me dará un tour por lo último que ha pintado. Ya les platicaré.
Y hoy, después de nueve años, nos hemos visto en la casa del vecino que todos quisieran tener pero que es exclusivo de las artistas, escritoras y fotógrafas-diseñadoras. Hoy, revivimos momentos, hoy nos compartimos el maratón de vida (con sus sabores y sinsabores) que hemos llevado. Hoy reiniciamos.
No se sorprenda usted que pronto esta pintora-madre-de-dos-hijos y esta escritora-madre-de-un-hijo se frecuenten más y le quiten el polvo a esos lazos que desde el principio se delataban fuertes.
La volveré a ver pronto, nuestros hijos se conocerán, le daré mi libro y me dará un tour por lo último que ha pintado. Ya les platicaré.
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