Estoy leyendo Amsterdam de Ian McEwan. Esta novela es una mansión. Una mansión que es "la historia de una vida adulta de gustos cambiantes, de pasiones agotadas y de creciente opulencia", una mansión donde hay recovecos, dobleces, postizos, copas llenas, botellas vacías, partituras, pianos, periódicos nuevos y viejos. También recuerdos de veladas, sillones con la marca de los cuerpos que se posaron en ellos. El desorden del día siguiente.
Esta novela es una mansión donde todo puede suceder.
Como en Amsterdam, pues.
Es McEwan, pues.
11.4.08
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