Ya salió el peine. Ya decía yo que era demasiada miel sobre hojuelas (¿o era miel sobre rosas?). El horario, el tipo de clases y el tipo de alumnos es la parte buena de mi semestre. La única. Esta semana salió a relucir un peine y de brilloso no tiene nada. Es más bien oscuro y retorcido. Ya ven cómo se las gastan en las escuelas privadas. Desde el miércoles he estado medio seria. Si a eso le suma usted tanto funeral, tanta prisa, tanto olvido, tanta gana de dormirse antes de las once de la noche, tanta falta de hierba de san juan y de té de hierbabuena, pues el resultado es, en efecto, una sylvia muy seria.
Y sin embargo, me las he ingeniado para terminar de ver la serie que tanto disfruté, de cocinar unas ricas crepas, de hacer cita para mañana con mis queridas tejedoras, de terminar mi bufanda verde, de limpiar mi patio y de recordarme una y otra vez que la vida no es para resistirla sino para vivirla as it is.
1.2.08
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