Lo he comprendido, The Quantic Soul Orchestra no es para escucharse en la oficina. Su función debería ser acompañarlo a uno por la carretera, en el mar, sentado uno sobre una tumbona con un té helado o una cerveza bien fría en la mano derecha y un buen libro en la mano izquierda.
A The Quantic Soul Orchestra se le debe oír con unas gafas de sol encantadoras y una blusilla de tirantes. Con las mejores sandalias del mundo para mover el piecito con el dulce y suave soul de los cuánticos.
3.5.07
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