Cuando era pequeña yo las llamaba tenenovelas. No me las dejaban ver, es el destino de las hijas de profesoras, "nada bueno trae ver telenovelas". Pero de algún modo y a escondidas me las ingenié para ver algunos capítulos de Los ricos también lloran, La colorina, La fiera y vaya usté a saber cuáles otras. De los ricos aprendí a mover mi cabecita y mi cabellera como la Verónica Castro y a creer que probablemente yo fuera adoptada, que esa no era mi familia, que alguien millonario iba a venir a reclamarme como propia algún día. De la colorina no aprendí nada excepto a enamorarme de los no agraciados: mi novio era el Héctor Bonilla que para colmo estaba en silla de ruedas y tenía un genio de los mil infiernos. De la fiera aprendí que a las suegras hay que temerles. Debo haber visto otras tenenovelas, pero esas tres son las que recuerdo porque las vi antes de cumplir los ocho, diez años. Muy seguramente mis aún ataques de drama queen son dignos herederos de los vistos durante esta época.
Saco esto a colación porque ayer veíamos un programa en el canal 5 y cuando se acabó comenzó la telenovelilla esta de Lola Noséqué. Yo estaba en la cocina cuando oí la musiquita y el AAAIIIISHHHH de mi hijo quien piensa que, y cito: "esa telenovela es absurda, pura risa, puro amor y puro drama" (y acto seguido, apagó la tele). "Pues de eso se tratan las telenovelas", le dije, (no para defender el "género" sino, claro, por tener algo que decir). "Ja... luego me vas a decir que de eso se trata la vida", me contestó enfático y casi furioso.
Por supuesto, no dije nada. ¿Qué le iba a decir?
El Juanan tomó su pistola de agua, hizo señas que decían algo así como "voy a jugar afuera", dije que sí y cerró la puerta diciendo: "odio las telenovelas". Yo me quedé pensando que de ser Verónica Castro, Lucía Méndez o Victoria Ruffo, ya le hubiera soplado una cachetada al chamaco o bien me hubiera ido a sollozar (que no llorar) a un diván de piel. Pero no soy ninguna de ellas, y yo sólo me quedé en casa pensando en que necesito tomar una clase de filosofía, de maternidad avanzada o algo por el estilo.
Ah, las telenovelas, nomás lo meten a uno en problemas.
17.5.07
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3 comentarios:
Tienes razón, de ahi le viene a una la pose melodramatica, de las telenovelas, pues.Ja, ya tengo a quien culpar.
Valgame tu, y tan buen apellido que tiene el plebe para usarlo a manera de telenovela.
Mujer es que ahora vienen con otro chip.
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