Bien. Pues es lunes. Y el lunes siempre me ocurre algo. En lunes he olvidado las llaves de la oficina. En lunes He dejado mi almuerzo en casa. En lunes He olvidado ponerme aretes, pintarme las pestañas, traer el reloj, ponerme cinturón. En lunes ocurren cosas que considero graves. Pero ninguna de estas casualties of war es remotamente parecida a lo que ocurrió ese día.
Ese lunes viví la fatalidad. Imagínense: Estoy en el baño. Todo es perfecto, es decir, todo va como debe de ir: el baño está limpio, hay papel higiénico suficiente. Todo es perfecto. Entonces, me levanto de la taza, trato de subir mi ropa y PRAP (lo siento, el sonido yo lo recuerdo como un PRAP) mi calzón se desgarró. No era viejo, bueno, tampoco era nuevo. Era un buen calzón. Pero, en todo caso, ahora sólo era un calzón roto. Desgajado completamente. Miré a todos lados, como si en ese pequeño cubículo en el que estaba yo sola, alguien me hubiera visto. Claro, no había nadie. Tampoco escuché algún tipo de voz diciendo "¿qué fue ese PRAP?" No. El hecho había permanecido invisible para el resto del mundo.
Creo que pasaron dos o tres segundos. Miraba la situación, miraba el calzón. Pensaba qué podía yo hacer. ¿Y qué podía yo hacer? tirarlo, me dije, tirarlo. Igual y traigo mallas y traigo pantalón... (sí, es invierno recuerden y en invierno yo uso mallas bajo el pantalón), no pasa nada. Me lo quito, me dije. Me disponía a jalarlo un poco del lado izquierdo y algo me detuvo. Pensé "esta es una escuela, trabajo en una escuela y si alguien encuentra un calzón roto tirado en la basura de una escuela puede pasar lo peor". Después agregué: “pero ¡quién va a revisar el bote de basura de una escuela?”.Era una estupidez. Intenté quitármelo otra vez pero luego la idea no me pareció tan descabellada, "puede haber cientos de implicaciones por el simple hecho de que un calzón roto aparezca de la nada en el bote de basura de una escuela", pensé con la la madurez y paranoia que me caracterizan.
Tomé una decisión "sensata", reacomodé un poco aquí y allá, es decir, hice algo así como fajarme el calzón entre las mallas y el pantalón (y si una de ustedes sigue pensando ¿por qué demonios traías mallas bajo el pantalón? Ahórrenselo, ya les he dicho yo me pongo mallas bajo el pantalón en el invierno).
Salí del baño, me miré en el espejo. Traté de asegurarme de que el asunto no se notara. Claro, no se notaba, ¿cómo se iba a notar?, ¿quién lo iba a notar? Pero viví una incomodidad perpetua pensando en que alguien lo iba a notar. Pasé el día diciéndome: "me lo voy a quitar" y contestándome "no, cómo me lo voy a quitar". Me acordé mucho de ti Concha, ¿se acuerdan? En aquella larga y profunda discusión sobre la funcionalidad de las tangas, nos dijo: "¿traer algo atorado en el trasero todo el día? ¡no señor! mejor no traer nada". Claro, lo mejor era no traer nada. Pero yo simplemente no pude.
Por la tarde, ya en casa, me quité el susodicho calzón (y me puse otro, claro) (me quité las mallas, de paso). Y me daba risa y me daba un noséqué pensar que cualquiera de ustedes, en una situación similar se hubiera quitado el calzón sin más. Pero yo no pude. Entendí entonces tantas cosas de mí. Y ese lunes, el día que se me rompió el calzón, pasé la tarde llorando.
15.5.07
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5 comentarios:
recomiendo el liveshow de russell brand titulado shame...creo que en youtube lo tienen en 10 episodios...son puras incidencias maximizadas :p siempre que creo que he hecho algo avergonzador lo veo para reirme y relajarme un poquito jojo
eyy lo publicasteee :)
abrazos desde tijuana
paty blake
Porque llorar...me parece una vivencia tan tierna.
Quiza a ti no, pero a mi que no trabajo los lunes por decisión propia, me parece algo, como decirlo de niña grande-niña pequeña. A mi me enterneció la historia.
Te imaginas si en que limpia hubiera encontrado el calzón, se lo lleva a la directora, junta de padres, carteles pegados en todo el colegio diciendo: RECOMPENSA A QUIEN ENCUENTRE A LA DUEÑA DE ESTE CALZON...CON FOTO. Nada, pides vacaciones por adelantado hasta que pase el asuntillo.
A MI ME ENTERNECE. Y ME HACE ALUCINAR TODA UNA PELICULA URBANA.
Gracias a todas por sus comentarios y: ¡cuiden sus calzoooooneeeees!
Q gracioso
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