Alguien pensaría que escribo de esto para curar la herida
Quizá sea así.
Escribo de la enfermedad del alma. Escribo de la ausencia. Compensar la distancia. Los años los kilómetros. La falta. Pero no lo digo. No se lo digo a nadie. Les digo, voy a hacer una novela sobre una mujer que desapareció. ¿Una novela de misterio? , me preguntan. Algo así.
Mis párrafos son una secuencia de desastres. Descripciones que muestran pero no admiten dolor. Prosa clara. Búsqueda de lo impecable. Restemos el dolor a las palabras. Que parezca que. Todo en orden. Ser cuidadosa al hablar de las marcas, los golpes, las heridas. No detallar las puntadas en su costado. Que parezca que. Tomar aire sólo cuando mi personaje lo necesite.
Eso hago.
Y no funciona.
Las palabras y su forma, no.
Me doy cuenta de que la única forma de escribir sobre la enfermedad del alma es con el lenguaje de la enfermedad, el lenguaje de la falta. Y ese, no cura heridas.
Lo escribo: el lenguaje no cura heridas.
10.8.06
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2 comentarios:
Saludos desde la Patto cueva
el lenguaje no puede curar las heridas que no han sido hechas con palabras
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