She'd grown up hungry,
she'd grown up poor
so she left her home...
Nick Cave, The kindness of strangers
Cuando la encontraron tenía un tiro en la cabeza, las manos atadas, la mirada quieta, fija. Atemorizada. Una sola lámpara iluminaba la habitación. Una sola cortina bailaba al compás del viento de diciembre.
Cuando la encontraron, un poco de humo y una pistola tibia la acompañaban. Tenía puesto el suéter azul que tanto le gustaba y los mismos pantalones que traía en la fiesta donde lo conoció a él. Sus zapatos negros descansaban de un lado de la cama.
Cuando la encontraron él no estaba, él no era sino huellas sobre su cuerpo, restos de un beso en su cuello. Él sólo era la tibieza en la pistola. La puerta abierta. El motor de un carro.
Cuando la encontraron ignoraban que su nombre era Susana y que ella le ponía dos enes al firmar, que nació en un lugar muy lejos de aquí donde la comida y el calor siempre estaban ausentes. Ignoraban que cuando reía le lloraba el ojo izquierdo, que prefería el café sin azúcar y los colores oscuros.
Cuando la encontraron, nadie - nadie - lloró.
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