22.1.08

TINTEROS ENCANTADOS

Así llamaba Joyce a las doce, trece, ¿catorce? casas en que vivió cuando era pequeño. Mudanza como resultado de la economía, la flaca economía. Eso, eso dice la biografía del irlandés, del novelista, del hombre más admirado por la descomposición de sus letras. Y es que hoy me llegó ese libro, viajó desde Monterrey y aterrizó en mis manos.

"Había una vez un hombre que iba por un camino en Dublín y se dio a sí mismo el nombre de Dédalo el Hechicero, constructor de laberintos y artífice de alas para Ícaro, que voló tan cerca del sol que se cayó, del mismo modo que el dublinés y apostólico James Joyce cayó en las profundidades de un mundo de palabras..."

Sí, así como las casas de la infancia de Joyce, las palabras de la biógrafa Edna O'Brien, son -también- tinteros encantados.


O'Brien, Edna. Joyce. España: Mondadori, 2001.

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