12.9.06

NECEDAD

Por infinitas que sean las opciones que puedan tomarse en esta vida, para ella no había otra que la de ser novelista. Su decisión era firme como una roca eterna, innegociable. Entre su vida y sus creencias literarias no se abría una grieta donde cupiera un cabello.


Haruki Murakami en Sputnik, mi amor.

1 comentario:

Roberto Fuznet dijo...

Quizá sea cierto y todas las opciones del mundo están a nuestros pies.
Pero quizá es una gran trampa y sólo recordamos que alguna vez elegimos, pero somos incapaces ya de percibirlo. Quizá nuestra vida no dure más que un follón de conejos y todo lo que vivimos es un mero sueño de un par de segundos que arrojamos al mar antes de morir. Eyacular y caer.