El hijo cuenta, así, CUENTA los días para que llegue el 30, ha movido las bocinas a su cuarto, las conecta a su ipod y arma sus miniconciertos. Usted puede comprobar en posts pasados de años pasados diversas entradas relacionadas con la pasión del hijo por este grupo. Se sabe todas, todas, todas las canciones de ellos. TODAS.
A mí me gustan y me gustan muchísimo, pero creo que mi fanatismo no se compara al de él.
Pero aquí lo triste: el concierto es sólo para mayores de edad. ¿Por qué? pues porque lo organiza la cervecería Modelo. De hecho los boletos los consigue uno en la Modelorama de su preferencia a cambio de dos six (y dicen que también en el pluma a cambio de una cubeta de cerveza). Así que mi hijo no puede ser asistente estrella del que sería el primer concierto de su vida.
Ayer se lo dije por teléfono (porque ayer durmió en otro lado, léase post aquí abajito) y se puso tristón. Hoy, en un rato, voy por él y hablaremos del asunto, buscaré la forma de levantarle el ánimo (cosa fácil) y de buscar otra actividad equivalente (cosa difícil).
Yo ya me había visto a mí misma en el concierto con mi pequeño. Sin él el asunto no me trae mucho chiste. ¿Alguien tiene bigote postizo y disfraz de emo de dieciocho años para mi pequeño?
3 comentarios:
Llevarlo a que lo escuche desde afuera es muy cruel?
Pobrecito.
Recuerdo cuando me pasaba eso a mí cuando era menor, lo comprendo perfectamente.
Un abrazo, Syl :)
Esta historia está por acercarse a un final si no feliz, maduro. Si te vemos en estos días te cuento pues long time no see.
beso, lito.
Yo también lo veía ahí, bailando desde atrás. Seguro existe una solución, seguro alguien le permite estar en el backstage y desde ahí, sin pistear ni una gotita de cerveza, podrá cantar las canciones de EL grupo.
Yo me pregunto, ¿qué vamos a hacer con tanta cerveza que tuvimos (bueno, yo no la compré) que comprar a cambio de un boleto. Mi primer intento fue en el pluma, pero pensé que una cubeta era demasiado para un lunes por la noche.
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