Ayer jugué al departamento de soltero.
Los lunes el pequeño sujeto va al inglés y luego se queda con sus abuelos. Yo aproveché para quedarme un poquito más de tiempo en la ofi y terminar una traducción y luego me fui al gimnasio donde estuve casi dos horas (la verdad es que primero platiqué un ratito con un amigui, réstele usted 20 minutos a la jornada deportiva). Luego del cardio session y de la clase con la nazi me fui a comprarme algo de cena, llegué a casa, regué mi jardín con la pequeña peluda correteando alrededor, limpié la cocina, me bañé y cuando en la casa reinaba la paz: me acomodé conchamente en el sillón, puse un buen programa y cené sin tener que atender a nadie. No había voces preguntando por leche, agua, por la sal o pidiendo que le cambiara de canal (sólo la perra ladraba de cuando en cuando pero ni la pelé). Acabada la cena me puse a leer un rato mientras tejía derecho/revés/derecho/revés. Luego volví a prender la tele un rato y la usé de fondo para acomodar una cajita de tiliches. Luego me pinté las uñas, apagué las luces de la casa, destendí mi cama, leí un rato más y me dormí de lo más feliz y tranquila.
Amo a la gente que me rodea, claro está, pero de vez en cuando eso de jugar a ser solo en el mundo no está nada mal.
27.10.09
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1 comentario:
¿Y qué tradujiste?
¿Terminaste?
También extraño esos días de soledad y paz y tranquilidad.
Saludos
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