Abrió los ojos y vio que todo era oscuro. Revisó el reloj, el maldito reloj, y eran las cinco de la mañana y hoy, hoy no tocaba levantarse a esa hora. Tuvo tiempo de pensar, demonios cómo es que estoy despierta y también de decir, maravilloso tengo una hora más de sueño.
A las seis el maldito aquel, sonó. Miss Moon New Nose lo apagó y dijo la ya clásica frase: cinco minutos más. Después volvió a sonar. La susodicha se levantó de un extraño, curioso, enigmático y resucitante buen humor. Hizo su saludo al sol, sus 60 abdominales (sí, Miss Moon New Nose also wish a flat -or sorta flat- tummy). Luego, levantó al retoño. Prendió la tele... ¿ya les ha dicho Miss Moon New Nose que everysinglemorning ve The New Adventures of Old Christine? (¿ya les dijo que su hermana mayor piensa que ese personaje es idéntico a su hermana menor?).
Luego desayuno violento para los dos integrantes de esa casa. Cambiarse de ropa, de cara, de cabello (peinarse es como cambiarse de cabello). La decisión difícil de cada mañana: ¿qué anillos me pongo hoy? (poque Miss Moon New Nose ama, simplemente ama, sus anillos de plata y si bien no tiene tantos, los que tiene trata de sacarlos de paseo cada tanto).
Luego, las prisas, los ya apúrate, te lavaste los dientes, no te vas a peinar y la mochila, dónde dejé las llaves del carro? sobrevinieron uno tras otro en el orden acostumbrado.
Una vez en el carro.
La música.
Oh, la música.
El disco, el maravilloso disco de The Ting Tings que ayer un alumno, un maravilloso alumno me regaló por el puro gusto de.
Y entonces Miss Moon, sorbiendo el té de frutas de pasión (favor de no reírse así decía la etiqueta) pensó que su vida rutinaria tiene su encanto.
18.2.09
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
1 comentario:
I love that passion in everything!
Congrats to Miss Moon New Nose!
Any more wishes?
Delicado el texto, desenfrenado y sutil, externo e interno.
Estoy sonriendo.
Gracias.
Publicar un comentario