Ayer fui a la presentación del poeta chiapaneco balam rodrigo. Siempre me comporto a la altura (1.60) en esos eventos. Lo hice también esta vez, pero ahora no lo haré. Compré dos libros después de haber escuchado líneas y líneas que calan hondo, que atraviesan, que trasladan el alma de uno al verso del otro. En la noche, ya en casa, ya en cama me puse a leer y me dije y les digo. La presentación que se hizo de la obra de balam no fue suficiente. Hace mucho que no pensaba algo así, pero vale más la honestidad.
Anoche, balam, no recibió justicia poética. No recibió la justicia poética que merece su poética.
Hoy, mientras leo un poco más de Icarías y deseando que no se acabe nunca la página digo: no importa que la presentación no le haya dado justicia poética. No la necesita, esta poesía se basta, nadie tiene que decir nada de ella, muchos ya tendrán algo que sentir de ella. Eso es justicia poética, sí. Vea usted:
después de salivar la limonez de tu silencio ,
lector ,tira al pájaro el guijarro, calla
la siringe mía que descrifra el vuelo
que habré de pajarar hasta la ciudad
que vive y muere en el punto éste
de tu página: .
Recomiendo pues Icarías (que a Abigael le gustaría) y Silencia (que por cierto tiene bellos y casuales guiños con Pizarnik) del poeta balam rodrigo.
p.s. su nombre él lo pone con minúsculas, que conste, no es cosa mía.
p.s.2 si quieren leer más de él picad aquí.
10.10.08
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3 comentarios:
Pues escogí mal porque el libro de Balam que me llevé yo, no me movió tanto, ni del título me acuerdo.
La altanoche se "durmió en sus laureles", hay muchos que pueden ser presentadores y el público no llega solo menos cuando no hay barril de por medio.
Algo que nadie mencionó de la lectura que se hizo durante la presentación, es que la familiaridad con que se habla el poeta con la muerte, sólo es posible siendo chiapaneco y hacerle a la tanatología, qué combinación bellísima!
Además él es muuuuy bien parecido.
Cuando termines préstame Icarías
En casa tengo ejemplares de Poemas de mar amaranto, Silencia, Hábito Lunar, Larva agonía e Icarías. Ya saben.
Escoger un presentador, siempre, es un problema, sobre todo cuando no se les paga. Balam estuvo de acuerdo en que lo "presentara" Iván Camarena. Él mismo sugirió que sólo se hablara de su libro Silencia, pues los libros que yo tenía eran, por decirlo así, más viejos. Él se encargaría de presentar los poemarios nuevos, y creo que lo hizo.
El público no llega solo, cierto. Pero tampoco se le puede obligar. Tanto Balam como servidor quedamos contentos con el acto.
Por eso digo, a la larga no importa porque "esta poesía se basta, nadie tiene que decir nada de ella, muchos ya tendrán algo que sentir de ella.."
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