Un alumno, un muy alumno mío, en un ejercicio de escritura creativa escribió: "Tengo una maestra que sabe distinguir entre Calibri y Arial. Claro que son muy diferentes (...) supongo que para alguien que escribe y lee muchísimo es tan claro como agua del garrafon que a esas 'a' les falta una curvita al final."
Lo comentamos después, tuve que preguntarle si de pura casualidad había algo de mí en ese personaje. Sonrió. Platicamos un poco sobre tipografías y me dijo algo que todavía me hace reír: "dicen que la arial es la helvética de los pobres".
Otro alumno, otro muy alumno mío, hoy descubrió que "docente" significa profesor. Su descubrimiento lo hizo levantar la voz y decirme: "Docente!" en vez de su usual "Maestra!" No podía parar de reír.
Con situaciones así, ¿cómo no declararse una hedonista-masoquista de la docencia?
9.10.08
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