El sábado pasado los buenas gentes de western union me entregaron el dinerito que me envió cariñosamente la editorial de Corea por los derechos para traducir y publicar uno de mis cuentos. Salí del lugar re contenta. No me enojó pagar diez pesos al del estacionamiento a pesar de que sólo estuve ahí un par de minutos. Tampoco me enojó el tráfico del centro al mediodía, ni el sol de Hermosillo al mediodía. No dije una sola palabra por tener que esperar más de doce minutos para poder estacionarme en Sanborn's. En cambio, sí dije muy muy contenta, "voy a llevar este y este" al tipo de la caja en la sección de libros de Sanborn's. Pagué, me entregó mi bolsita y volví al auto contentísima.
Me gusta comprar libros, pero se siente mucho mejor comprar libros con dinero que viene de lejos por algo que uno escribió de cerca.
13.6.07
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2 comentarios:
órale, qué bien! ¿cómo se llama el cuento que te publicaron?
Romáaaan!!! qué gusto verte por aquí. Se llama la historia del aleph, es el último cuento de mi segundo libro.
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