Tengo al menos dos semanas sufriendo un poco de insomnio y despertándome a las cuatro a.m. Es una cosa extraña. Despierto completa, no es una cosa de abrir-cerrar ojos. Es mantenerse despierta pero perdida. Hoy, con Coetzee en las manos, encuentro esa misma sensación, me encuentro mientras leo:
Cuando despierta, está envuelto en una oscuridad tan intensa que nota como si le presionara las órbitas de los ojos. No tiene idea de dónde está, no sabe quién es. Es pura vigilia, pura conciencia: eso es todo. Es como si hubiese nacido hace un minuto, como si hubiera nacido en un mundo en el que la noche no da cuartel.
Sonrío. No hay un sentimiento amargo. Sonrío. Eso es todo: he nacido en un mundo en el que la noche no da cuartel. Punto.
20.1.07
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