24.2.06

EL TAMAÑO DEL NUDO

He leído que en Italia, alrededor del siglo XV-XIV uno de los deportes favoritos de la gente era amarrar a dos luchadores con una cuerda gruesa para que éstos se golpearan el uno al otro. Con frecuencia la muerte de uno de los contricantes era el resultado de esta curiosa actividad, porque claro aquel que comenzaba a sentirse vencido no podía escapar y aquel que se presentía vencedor no bajaba la defensiva. Como reconocimiento, se le otorgaba al ganador la cuerda y éste hacía un nudo en ella como muestra de su victoria y no sólo eso, caminaba por las calles balanceando su cuerda y amedrentando a la gente a su alrededor.

No he podido borrar esas imágenes de mi mente, es como si las hubiera visto en una película en blanco y negro. Cierro los ojos y ahí están: los rostros , los gritos y aplausos, el grosor de la cuerda, la frecuencia y dureza exacta de los golpes. El tamaño del nudo. Todo me habita. Y, lo siento, pero no puedo sino pensar en otro tipo peleas entre dos personas, peleas que sin cuerda y sin público, terminan irreversiblemente con uno de los dos. Abro los ojos y observo a uno, a muchos vencedores que, también en la calle, bambolean invisibles cuerda y nudo frente a los demás.

Amedrentando sin hacerlo.

1 comentario:

Fausto Vargas dijo...

Fuera de contexto.

pero el link del patto esta mal es vargasmorales.blogspot y no fausto vargas