Mis dos personas favoritas están viviendo un proceso parecido. Una lo sabe, el otro no.
Persona favorita uno lo sabe, medita, se muerde las uñas, frunce el ceño, pregunta y se pregunta. Tomar decisiones. Ay, el miedo que da la palabra cambio.
Persona favorita dos, no lo sabe, no tiene idea. Vive su vida como lo haría cualquier otro niño de ocho años. No sabe a veces lo que significa crecer. No sabe que a veces sólo resta hacerse a la idea. Ay, el dolor que podría darle la palabra cambio.
Yo no puedo hacer nada.
No puedo facilitar el cambio, no puedo cambiar el cambio.
Puedo, eso sí, estar ahí cuando el cambio llegue. Tomarles la mano, escucharlos, acariciar su espalda o su cabeza. Puedo ser la parte buena del cambio. Puedo decirles que es eso solamente, un cambio.
29.8.07
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