Querido hombre alto de lentes:
Han pasado como cuatro siglos, ¿verdad? El espacio de tus libros y de tu escritura sigue intacto. Ya ves como es una. Una nunca ha sabido cómo es que se las ingenia para perder amistades como aquella o esa otra. Son cosas que uno permite que pasen, punto. Y vienen otros amigos y vienen otros siglos.
Pero este fin de semana me he acordado de ti. A mi hijo de siete años le han hecho un examen de la vista. Veredicto: es astigmático. Probablemente tenga que usar lentes. Me dijo, camino a casa. "Ni hablar, si tengo que usar lentes, usaré lentes. Cuando crezca seré un hombre alto de lentes". Me reí, me reí mucho. ¡¿Cómo no reír!? Ahí lo tienes, aparté a un hombre alto de lentes y hete aquí que mi hijo probablemente sea uno.
La vida tiene un humor muy curioso.
18.10.06
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1 comentario:
Al de seis le pusieron lentes hace unas dos o tres semanas. No es feliz con ellos. A mí se me arruga un poco el corazón cuando lo veo con lentes... es como si hubiera dado un brinco de niño de 6 a niño de 12. Una vez más, los dos hombres de mochila al hombro y casco negro llevan caminos similares.
Se te extraña, sylvia, te dejo mi nueva dirección:
http://pleiade.lunasexta.org
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