27.11.03

LA NEGRITA (rumbita pa la odet en seis movimientos)

...Y bueno el cuento de la negrita sigue asi:

1)Después de haber viajado tanto
por todo el pais,
regresa a su hermosillo amado
pa´ seguir en la Modelo gritando:
¡Hago diseños frescos con limón!

2)Y si supieran las cosas que pudo ver,
que no se parece a nada
a los sueños de su niñez.
La negrita no comprende
de donde fue que salió el cuento ese,
que en otro lugar todo es mejor...

3) Porque es muy fácil de pensar
que hay que viajar para triunfar,
que aquí­no hay oportunidad,
que en otro lado si la habrá.

4)Y aunque experiencia ella adquirió,
nunca se pudo olvidar,
que su cadera al caminar
lleva el ritmo de la mar.
Que su alma al navegar,
tiene el color del desierto...

5) Por eso un día nublado se regresó
y vio que acá en su ciudad
siempre calentaba el sol,

6)Y cuando alguien le pregunta
de las cosas que aprendió, contesta:
Que viajar, a veces es mejor,
pero amar al sol es lo mejor,
que saberse fuerte es lo mejor...

(versión libre de La Negrita de Café Tacuba)

26.11.03

LA REALIDAD DE BOWIE (he´s got a better way)

Quien ha escuchado a Bowie.
Quien gusta de Bowie.
Quien ha logrado seguir y medianamente comprender su constante (y exhuberante a veces) evolución (musical, visual).
Quien sabe que esa canción que cantaba Nirvana era de él.
Quien sabe que Toni Viscontti y Brian Eno han colaborado con él.
Quien alaba la intensidad de su bajista.
Quien alguna vez ha dicho "let´s dance" o "we can be heroes"...

va a disfrutar ENORMEMENTE su disco Reality.
dicen que ha hecho cosas mejores,
yo digo
esto también es parte de él
y como tal...

va-le-la-pe-na

he dicho.

atte.
una fan

25.11.03

HAPPY (like an ice cream cone in summer)

Hoy me levanté a las cinco a.m. Escuché clocks de coldplay mientras me bañaba-vestía-arreglaba.
Me tomé un chocolatito tibio.
Me comí una pera en el camino.
Llegué a clase.
Clase amena. Última clase del semestre.
Vimos The fight club.
Trompones y moretones sobre dos chicos guapos.
El peinado de Marla (la bonham-carter).

En el Mensajero mencontré a Natalia.
En mi correo un cuento simpático de Manuel.
En el blog un post bien elocuente de la Abril.

Un alumno me regaló m&m´s con peanuts.
Comí taquitos de camarón.
Me tomé una Pepsi.

Hoy.
Soy feliz.

24.11.03

NOTAS SOBRE SAMUEL ( el abuelo zéleny)

Quería tan sólo decir:
“Éstos son los que me heredaron
el cabello castaño..."
Silvia Molina

― Samuel murió, ¿sabes? El verano pasado. Pensé en llamarles, a ti y a tu madre, pero ¿qué podía decirles? ¿qué podían hacer? ¿venir al funeral de alguien que apenas estuvo en sus vidas? Lo siento mucho, decidí por ustedes.
Casi perdí el monólogo de Adela desde la primera línea Samuel murió, ¿sabes? Pensaba en que apenas el día anterior había marcado a su casa, colgué pensando que habrían salido, sí, salido de paseo. Apenas unos días antes había escrito mis notas sobre lo que hablaría con él. Y, lo peor, hacía apenas unos años que le conocí. Samuel murió, ¿sabes? Mi abuelo murió, ¿sabes? Y yo, aterrada, no pude más que enredar una y otra vez el cable del teléfono en mi dedo índice. Traté de seguir el hilo de Adela, mi tía.

El DF siempre ha sido como un segundo hogar para mí, para mis historias. Ítaca. Desde que recuerdo, cada año lo visitábamos. Cada año me convertía en una más de sus habitantes temporales. Ese año era distinto. Llegué sola. Y no de vacaciones. Fui a trabajar, para mi tesis, para mis historias, para mí. Tenía la idea de que para estar bien, finalmente bien, debía echar de una buena vez todas esas preguntas que agobiaban mi organismo. No. No se trataba de las respuestas, de encontrar respuestas. El objetivo era plantear las preguntas, sacarlas a flote... Todo ese cúmulo de dudas que me habitaba desde que la memoria es memoria. Dudas que no eran habitantes temporales ni efímeras. Mis dudas eran inquilinas inamovibles. Me pertenecían, eran ya parte de mí. Caminaban conmigo.

No me gustaba. No me gustaba lo que veía en mis manos, en mis ojos, en mis palabras. Y pensaba que debía resolver ese misterio del pasado, que conocer esas verdades familiares que todos desconocemos me resolvería el presente, mi presente. Y el futuro, mi futuro. Como si el futuro dependiera del pasado de otros.

Samuel era mi pasado. Samuel era mi abuelo. El abuelo que nunca estuvo porque nunca fue. Yo no tengo un pasado de visitas a los abuelos, de navidades con los abuelos, de regalos de los abuelos. En ambos lados de mi familia no hay abuelos. El destino nos negó la posibilidad de decorar el árbol con ellos cada año.

Y mi madre decidió forjar su presente y su futuro en la creación de una familia, su familia. Y mi madre canceló a su papá. Nos canceló al abuelo. O el abuelo la canceló a ella. No lo sé. Sólo sé que le tomó (me tomó) muchos años convencerla de llevarme a verlo. Convencerla de decirme que él se volvió a casar, que tenía dos hijas: Adela y Patricia. Y una casa, una casa en Tlalpan.

Y estuve en su casa. Y nos mirábamos el uno al otro ¿queriendo buscar rasgos cercanos? Y hablamos. Y él no caminaba. Y yo no podía ni abrazarlo ni decirle abuelo.

Y luego, escribí Zapatos.
Y luego, mi vida se complicó y decidí que sólo hablando con él entendería.

Pero Samuel había muerto y, como la canción, me lo dijo Adela.
En ese instante, mientras la dulce voz de mi tía confortaba mi silencio, sabía que se había perdido algo, que había una historia que nunca nadie podría contarme, porque nunca nadie había querido saberla.

Hay historias que de tanto no contarse, desaparecen.

Aceptarlo me tomó años. Muchos.
Yo no quería saber de quién heredé mi cabello, mis manos, mis ojos. Yo quería saber de quién saqué la voz, las palabras, el extraño binomio ese de debilidad y fortaleza, de necedad y ligereza. Quería saber por qué mi vida era esta.

Y, entonces, como no había forma de saberlo. Escribí todas mis preguntas en mi libreta y la cerré. Decidí vivir mi presente, mi futuro, como si fuera algo míosólomío.

Y entonces, como no había historias, me puse a escribirlas.

Y, desde entonces, no he dejado de hacerlo.

Samuel murió, ¿saben? y como no está aquí: Escribo lo que quiero y sé que lo que sucede, sucede porque así lo quise yo. Esta, soy yo.


Esto, escribo yo.

PASILLOS, BALCONES Y VENTANAS ( Nat's home)

Natalia ha escrito.
Natalia me ha enviado un maravilloso recorrido por su casa.
Su nueva casa.
El lugar donde habita desde hace unos cuantos meses.
El hogar que ha creado en esa ciudad que es su nuevo hogar.

Pasillos, balcones, ventanas, tina de baño, tapete, futón...
Cada uno me dice, me grita: soy feliz! este lugar es mío!

Y Natalia de seguro extraña la gallina pinta de Doña Panchita.
Y Natalia a veces ha de pensar en su gran casa sobre la Heriberto Aja.
Y Natalia quizás piense en todo lo que vivió ahí.

Sin embargo.
Su vida es ahora, otra.
Y guarda esa casa grande en los rincones de este nuevo lugar.
En sus manos.
En su alma.

Natalia ha construido algo.
Qué feliz soy.

22.11.03

DID I MISS SOMETHING HERE? (define la palabra pareja, por favor)

La historia de siempre.

Chica conoce a chico.
Chico flirtea con chica (o al revés)
Chico y chica intercambian teléfonos (o e mails)
Chico escribe a chica (o al revés).

Chico y chica comienzan algo (algo, if you know what i mean...)
Chico y chica aprenden cómo besarse, abrazarse, hacerse, el uno al otro.
Chico y chica se besan, se abrazan, se hacen, el uno al otro.

Chico y chica están, son.

Chica tiene problemas con chico.
Chica dice a chico, este es el fin (o algo así).
Chico habla de Clemencia.
Chica alega Autonomía.


Llamadas.
E mails.
Reuniones para hablar de esto (esto, sí, esto).
Discusiones.
Despedidas precipitadas.

Y luego...
Flores, sí, siempre hay flores del tamaño del lío.
Tarjetas, sí, siempre hay tarjetas con la profundidad del lío.
Citas en cafés.
Camisetas que dicen Give me a chance.
Suéteres lilas ceñidos al cuerpo.
Roce de manos.
Sonrisas.
Múltiples What if...

Pero ese mismo día...
¿Salimos?
Es que... ya tengo planes.
¿Con quién?
Oh, Clemencia...


Chico sale con otra chica (es una amiga, sólo una amiga)
Chica acude al budismo zen para no partirle la nariz en tres.

Un carro vuela por la ciudad bajo el ritmo de Peligroso Pop.
Chica se pregunta: Did I miss something here? y se acuerda de su amiga que le pidió hace dos días una definición de la palabra pareja.
Chica se repite su respuesta: soy la persona menos indicada... yo no sé de parejas

19.11.03

¿QUIERE BAILAR? (porque el mariachi loco, sí­)

Hoy bailé el mariachi loco...
El mariachi loco querí­a bailar.

Un niño de 4 años me invitó a la fiesta de su escuela.
Nadie dice que no a una galantería así­.

Y bailé.
Quise bailar el mariachi loco, quise bailar el mariachi loco...
para pa pa pa pa pa pa pa pá¡

18.11.03

COFFEE'S ADDICTION (confesiones de una bebedora peligrosa)

Café.
Una taza diaria cada mañana desde hace 3 o 4 años.
Café.
Su aroma, su tibieza.


Pero Sylvia es necia. Sylvia es terca. Sylvia quiso jugar a los dados con la existencia y con su joven adicción a la cafeína.

Semana uno: Con jactancia respondía: ¿por qué dejé el café? porque sé que puedo, porque aunque sea una taza al día no debe ser bueno.

Semana dos: Sí, el café quita el sueño y te despierta pero mi organismo se las arreglará para que salgamos adelante.

Semana tres: Ténganme paciencia es que recién he dejado el café y es difícil saber dónde tengo la cabeza.

Semana cuatro: Estoy en finales, hombre media tacita y ya, no pasa nada... es sólo para no quedarme dormida y armarla bien...

Semana cinco: Café, café, ¡quiero café!

Y pienso en mi madre. Mi doña Silvia que en repetidas ocasiones hace sus acuerdos con el destino, con Dios o alguien parecido y deja el café como una manda... para pedir favores, pedir bendiciones para nosotros sus hijos: que se entorpecen en sus relaciones con el café, el alcohol, el trabajo y el islam... (respectivamente).

14.11.03

FIU FIU FIIUUUUU (fernanda que no puede silbar)

Fernanda tendrá un poco más de 4 años.

Tiene su cabello largo. Se le peina con coletas de cada lado.
Usa faldas y no pantalones. Le han dicho que los pantalones son de niños y los vestidos de niñas pero que con vestidos las niñas no se pueden meter al túnel-gusano. Y a ella le gusta el túnel-gusano.

Es linda.

Esta mañana bajó muy contenta de su carro. Es viernes, después de todo.
En la puerta del kinder todos esperábamos que la maestra nos abriera la reja. Fernanda feliz: fiu fiu fiuuuu... me pregunto si acaba de aprender a chiflar... fiu fiu fiuuuu... se ve tan linda con su boquita en punta, dando vueltas de aquí a allá con sus manos dentro de las bolsas de su jumper rosa. Mallas blancas. Fiu fiu fiuuuu... su silbidito es divino, me pregunto a cuantos otros también los pone de buen humor. Fiu fiu fiuuuuu... ¡Deja de chiflar, Fernanda!

Fiu.

Es su mamá.
Todos tuvimos miedo.

Fernanda la mira, su boca en piquito es ahora una línea recta. Larga. Silenciosa.

El silencio.

A Fernanda le está prohibido chiflar. Me pregunto si:

1) toda la mañana ha estado chiflando y eso ha colmado a su mamá
2) su mamá piensa que chiflar es malo, una falta de respeto, o algo así
3) las niñas, entonces, no deben usar pantalones ni chiflar, punto.


La maestra abre la reja, los niños entran, los besos las despedidas, los nosvemosalasdoceprecioso.

Y luego.

Todos los que estamos ahí nos vamos tristes, tristísimos.

Pensando en el fiu fiu fiuuuuu de Fernanda.

A Fernanda no la dejan silbar. Sniff, sniff.

12.11.03

EL CABELLO DE ALEJANDRO (larga admiracion)

Alejandro es mi hermano mayor.
Nació en 1962, 11 agnos antes que yo.
Es cancer.
Tiene un bello y redondo lunar oscuro en su mejilla... ¿izquierda?
Tiene ojos zéleny y nariz aguilar, ¿o es al revés?
Es comunicoantropofotogramusipoeta.

Trabaja en un castillo, dice su hijo.

Y tiene el cabello largo. Larguísimo. Desde que recuerdo lo tiene largo. Desde que recuerdo la gente lo mira. Desde que recuerdo niños y grandes abren sus ojos más de lo normal para observarlo. Desde que recuerdo mis amigos siempre me han preguntado con cara de Wow: ¿qué onda con tu hermano? ¿por qué tiene el cabello largo?

Los niños lo admiran.

Los hombres lo miran sintiendo "algo parecido a la envidia". Como si Alejandro, no sé... como si él sí.

Mi hermano, tiene algo que ninguno de nosotros tenemos. Algo suave, algo más admirable que su cabello.

Aunque no sé exactamente qué es.

11.11.03

UNA NO HABLA DE ESTO (un poco sobre los silencios)

Una se calla.
Una no dice nada cuando papá y mamá pelean y apenas se tienen 5 años.
Una no habla sobre la soledad de los 7 años.
Una no opina cuando los padres dicen estamos juntos por ti.
Una no pregunta a mamá por qué grita ni a papá por qué calla.
Una no dice a sus amigos que no tiene abuelos y que sus abuelas murieron jóvenes.
Una disfruta pasarse horas bajo el agua de la regadera. O dibujando bajo el sauce llorón del patio familiar.
Una calla.

Una no le confiesa al compañero de mesabanco, con quien discute la mayor parte del tiempo, que sus ojos son los más bellos.
Una no dice a la maestra, que es también la mamá, que no quiere bailar con el resto del grupo.

Una no sabe qué hacer después de que, una buena mañana, amanece y no es niña y sin embargo lo es.
Una lee El Retrato de Dorian Grey a escondidas.
Una conoce a otra que leyó Demian a escondidas y ambas intercambian libros.

Una toma libros del librero de la sala.

Una oye a Pink Floyd y no sabe por qué, pero le gusta.
Una se graba la imagen esa del triángulo cruzado por un arcoiris. O algo así.
Una no se lo platica a sus amigas con quienes escucha Flans.

Una no sabe qué estudiar.
Una viaja.
Una decide.
Una se equivoca.
Una trabaja, algo hay que hacer, se dice.
Una da clases a los 18 años y nadie la toma en serio.
Una decide. Otra vez.
Una se inscribe en la Universidad y saca feliz sus primeras fotocopias para leer, pues su padre ha dicho que él no le comprará libros para esa carrera.
Una, calla.
Una, ignora.
Una saca copias.

Una conoce a uno.
Uno se enamora de una. Una se enamora de uno.
Una y uno se convierten en Unos. Por un tiempo.

Una sobrevive la universidad con café, coca-cola, tostitos, canciones de Kate Bush y REM, novelas latinoamericanas y cuentos norteamericanos.
Una compra discos.
Una escribe.
Una compra libros.
Una deja que los años pasen entre cuentos, ensayitos, viajes, abrazos, gritos, risas, olvidos, encantos y desencantos.
Pero una, pocas veces habla de esto.

Una no habla de su hermana que ya no está.
Una no habla de su hermano que tampoco.

Una no habla de todo esto.
Una vive con todo esto, primero a regañadientes y luego como si fuera un tatuaje hermoso que le ha hecho un tipo barbón, que escucha a Metallica. Una acaricia su tatuaje, lo observa, lo muestra a pocos y lo atesora para ella.

Una, no habla de esto.

Una, sin más, escribe de esto.

8.11.03

HISTORIA DE MI VIDA PRIVADA (compras en la papeleria y reflexion en un chevy) (otro post sin acentos)

"Es que simplemente cuando leo necesito subrayar, hacer mis anotaciones, hacer el texto mi­o..."

No se como he compartido esta mi mania con la muchacha que me atiende en la papeleri­a. Quiza me siento apenada de tenerla fotocopiando mas de 60 paginas del enorme quinto volumen de Historia de la Vida Privada, y quiero explicarle que tengo razones (de peso para mi) para hacerlo. Ella sonri­e, como si hubiera comprendido, como si ella tambien alguna vez hubiera tenido necesidad de hacer algo suyo. Dudo que subraye algo en la revista TV Notas que estaba leyendo antes de que yo entrara y que dejo a un lado de la caja registradora. Dudo que subraye algo en el cuaderno de ingresos y egresos que descansa del otro lado del telefono.

Pero.

Seguramente ha subrayado algo en su vida para hacerlo suyo.
Seguramente ha querido hacer suyo un cuaderno y puso su nombre en todas partes.
Seguramente escribe el nombre de su novio (Pepe o Luis) en cualquier esquinita de papel para hacerlo suyo.

Y me entiende.

Su gesto es otro, continua sacando mis fotocopias y me dice: "Que gruesa la portada, que fino el papel! Es como de libro viejo, es muy viejo?" Detiene su labor para observarlo detenidamente, la observo tocar la textura del forro. Le digo que no, que cuando mucho es de los 90's... y como si creyera que así lo resuelvo todo le digo: "Es un libro de Historia". "Ahhh!", me responde asintiendo como si asi­ se le resolviera todo el misterio.

Pense que todo quedari­a alli­, haci­a mentalmente mi lista de pendientes:
a) comprar papel contact para forrar el libro de ingles de juanantonio
b) comprar un marcatextos amarillo (los otros colores me dan risa)
c) ir a la tienda natu...

"Para que lo esta leyendo? esta suave? por que dice campus guadalajara?"

Me sorprendo y la sorprendo. Le platico de la vida privada y publica de los franceses, le platico de mi deseo de escribir sobre eso para una tarea, de la necesidad de pedirlo a guadalajara pues es un libro imposible de encontrar aqui­... y de pronto ella y yo estamos observando las fotos del libro, le explico un poco sobre las esculturas de Segal, de los contrastes entre las salas de una familia de clase alta y las puertas abiertas de una familia de clase baja.

Ella sonrÃie recargada en la fotocopiadora. Luego pega un brinco y me dice "aay, tus copias". Nos rei­mos. Ella sigue con lo suyo y yo busco mi marcatextos pensando en las pocas oportunidades que a veces tengo de compartir mi vida privada. Quisiera preguntarle a ella, que hace cuando no esta aqui­ atendiendo al publico, como atiende su vida privada... como hace su vida suya...

Le pago, le doy las gracias y nos despedimos amablemente.

Me subo al carro.
Escucho absolution, de Muse. Quiero guardar este momento, subrayarlo, hacerlo mi­o. Escribo anotaciones al margen, mi percepcion de lo que acaba de ocurrir, de lo que se me acaba de ocurrir.

A veces pienso que estoy mas sensible a las historias que a la historia... y no se que hago estudiando historia y a la vez me pregunto por que no estudie antes historia.

Es la historia de mi vida.
Y no es privada.

7.11.03

SAY, SAY, SAY (en la carretera)

Los martes y los jueves son cansados, cansadotes, cansadísimos-dísimos... Mi primera clase es a las 7 de la mañana, lo cual implica que debo levantarme a las 5, lo cual implica que siempre me doy 5 minutos más y luego otros 5 minutos más y de pronto: ¡apenas tengo tiempo para bañarme, vestirme, hacerme mi cola de caballo, arreglarme!

Del desayuno mejor no hablamos.

Y me lanzo.

El largo camino al cerro tecnológico.

Entre bostezo y bostezo lo admito: Me gusta hacer este viaje diariamente. Así, solita, con mi música (yeah, yeah, yeah!) a todo volumen. Con el sol que comienza a salir (esa luz gorda, amarilla y bestialemente bella), con el frío en las manos (¡ya hace frío aquí!), con los labios resecos (amanezco siempre con los labios resecos), con el olor a mi té de cada día (¿ya les dije que dejé el café?).

Entre bostezo y bostezo pienso: qué hice ayer, qué voy a hacer hoy, me siento tan bien, me gusta lo que me puse, oh, no limpié el zapato izquierdo, cómo me gustaría tener un anillo de plata con piedra azul, esos chavos que venden periódico tiene frío o si no ¿por qué bailan en la esquina?

Entre bostezo y bostezo: digo digo digo, lo que siento en ese instante porque nadie mescucha, lo que deseo en ese instante porque nadie me va a decir que no, uso the ch word sin temor a que el más pequeño la repita por todo el kinder John Locke (kinder yoko ono entre nosotros). Digo, me digo, que el mundo es mío, que ese sol que está a punto de cegarme es mío también... digo, me digo, que necesito dejarme de chingaderas y volver a tomar café... digo, me digo, la manda es hasta diciembre aguanta sylvia aguanta... digo, me digo, que soy feliz.

Soy feliz cuando viajo en carretera. En mi carretera, en mi carro, con mi vaso térmico de té entre mis piernas y escuchando la música que forma parte de mí.

4.11.03

LAS MUJERES SON EXTRATERRESTRES (dicen los hombres menores de 6 agnos)(blog sin acentos ni tildes)

La hermana de M tiene una interesante teoria. Los papas le dicen a las mamas voy a llevar a los ninos al McDonalds mientras tu trabajas-descansas-loquesea. Las mamas, felices y orgullosas por tan bello gesto. Los papis, sonrien maliciosamente pues su unico objetivo no es que los ninos se divierten o que las madres se desagobien. No. Su objetivo: observar el amplio menu de traseros de las mamis que van a desempolvar el aburrimiento de sus hijos a ese mismo lugar.

Pienso en eso y me da risa. Hombres y Mujeres, que lio.

Y mientras medito sobre esa y otras teorias escucho a la gente menuda que yo he llevado a divertir: Tu corre por alli y espialas, yo me quedo aqui, cuidando la base, pero ten cuidado son extraterrestres. Es Geronimo dando instrucciones a Juanantonio, que obedece de inmediato. Estos dos hombres con quienes convivo casi a diario son tan infantiles.

El duo dinamico se ha partido en dos, acechan cada uno desde su esquina y no lo soporto mas, le pregunto a quien considero el jefe de la mision: quienes son extraterrestres?, este flaquito muestra sus palmas y me dice nodeando la cabeza: aaay tia, pues las mujeres... con un tono de obviedad que me hace sentir que he preguntado de que color tiene el pelo ronald (mcdonald). Me sonrojo un poco mientras el se agazapa tras un arbol de plastico.

Me quedo sentadita en mi mesa. Leyeron las mujeres son de venus y los hombres son de marte o que? ?Hay edicion infantil o que? Como es que los ninos...? tan pronto se separan los mundos de ninos y ninas? Juanantonio interrumpe mis cuestionamientos, viene por refuerzos, un traguito de soda y un beso de mam?. No lo soporto m?s y le pregunto: tambien yo soy extraterrestre? a lo que responde: aaay mama, solo es un juevo (sic).

Ohhh

Es un juevo (sic) solo un juevo (sic)... Nada de que peocuparse (sic). Por el momento estos ninos no se interesan en verle el trasero a nadie, quiza en todo caso en dispararle con sus drayos (sic) laser ficticios a los traseros de las ninas...

Solo eso.



Pod ahoda (sic).





2.11.03

EL LUGAR EN QUE LA MUJER SE ACEPTA A SÍ MISMA (la lectura, divino tesoro)

¿No te ha pasado que estás viendo libros y te encuentras una y otra vez por semanas, meses, casi años con la portada de una novela que te roba, te atrapa? ¿No te ha pasado que dices la voy a comprar, la voy a comprar y por una u otra no lo haces? ¿No te ha pasado que, tentada a cada rato, evitas averiguar más sobre ella, en la red o con los amigos?

Y un día.
La Biblioteca de tu escuela la adquiere (ji ji, a petición tuya, para un trabajo, argumentas). Y feliz, con tu credencial de profesora de cátedra la sacas un viernes.

Y el domingo.
El domingo.

Devoras, devoras las páginas y te encuentras con una narrativa que te roba, te atrapa, te deja sin aliento, sin ganas de bajar a comer o ponerle play otra vez a tu disc player. Te encuentras con una historia, con unas palabras que quieres robar, atrapar, adoptar como tu aliento. Y observas una y otra vez la portada entre página y página, y te choca que el libro no sea tuyo porque no puedes subrayar lo que más te gusta.

Nadie me verá llorar hace que todos, en mi casa, me vean gozar... y entienden y no interrumpen (mas que para amararle el zapato del niño de 4 o prepararle la leche al sobrino de 5).

No la he terminado pero.
De hoy no pasa.
Porque soy la lectora que se acepta a sí misma.

gracias cristina, gracias whoever and wherever you are...