La semana pasada tuve un día desos. Así DESOS en los que no ves la luz al final del túnel. Abrumación total: exámenes, ensayos, pendientes, llamadas, juntas, más pendientes, preparar clase, dar clase. Salir y otros pendientes, pagos, asuntos caseros, perder una tarjeta, reportar y recuperar la tarjeta (y la dignidad en ello). Llegué a casa después de casi 13 horas de haber salido de ella con el ánimo a rastras, la cocina me gritaba atención, el polvo en el piso llora por una escoba pero yo sólo tenía energía para aventar mochila y ropa para meterme a bañar.
Entonces ocurrió:
Cerré la llave de la regadera y escuché algo, ¿es la tele? ¿es música? ¿qué canción es? Salí y entonces descubrí mi computadora abierta, el youtube me veía de frente y por mi casa deambulaba "don`t worry, be happy" de Bobby Mcferry (o mc something). Mi corazón se dobló. Mi hijo, mi casionce, eligió para mí una canción. Me dijo "pensé que te pondría de buen humor" y entonces sentí que si algo hice bien en esta vida fue traer un hijo destos con un alma como esa.
2 comentarios:
¡¡¡Oh, sí!!!
Lo mejor: la semana ya pasó y el decasionce sigue ahí con más canciones para ti. Además, fuiste jurado y levantaste tus tarjetas con libertad.
Publicar un comentario