Estoy leyendo las memorias Fátima Mernissi, un libro que me tiene deslumbrada. Su infancia islámica dentro de un harén, en una gran casa que compartía con sus tíos y sus primos, con la frontera o hudud bien delineado en su vida. Fátima sabía a qué habitaciones podía entrar y a cuáles no y esperaba junto con su primo Samir los viernes porque era cuando subían a las casas-habitaciones donde vivían otras tías con otra forma de ver la vida, entre ellas la tía Habiba. Dice:
"La vida arriba era mucho más agradable, en especial porque todo iba acompañado de hanan, una cualidad emocional marroquí que muy pocas veces he encontrado en otras partes. Es difícil definirlo con precisión, pero básicamente consiste en una corriente de ternura que fluye con naturalidad, despreocupada y siempre disponible. Las personas que ofrecen hanan, como tía Habiba, nunca amenazan con retirarle el cariño a alguien si comete una falta leve o incluso grave pero involuntaria. Abajo era difícil encontrar hanan, especialmente entre las madres, que estaban demasiado ocupadas en enseñar a sus hijos a respetar la frontera como para preocuparse de la ternura".
Hanan. ¿No es hermoso?
17.3.09
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1 comentario:
estoy de acuerdo contigo,
es hermoso :D
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