1. No puedes ligarte a nadie. Te pierdes eso de: sacar tu cigarro, fingir que no traes encendedor y que alguno (a veces hasta guapo) te lo encienda (ejem).
2. No escuchas las mejores conversaciones en tu trabajo. Te pierdes eso de: vamos a fumarnos un cigarro, ¿no? y tres de los que mejor te caen se van a su guarida tabaquera y la pasan de lo lindo. (La opción de ir aunque no fumes, no funciona, no es lomismo, no sabe igual).
Bueno, esas dos no son razones de peso como para iniciar un hábito (qué raro, ellos mismos le llaman vicio y yo sigo llamándolo hábito) peeeero: ¿a poco esta foto es vaya invitación para ello? Levante la mano el que ame la bocanada de Cerati.
2.2.05
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
2 comentarios:
Ups, siempre pensé que la bocanada del Cerati era porque tenía mucho frío...
Haz como yo, que no tengo el hábito pero cuando me conviene finjo que sí, fumo como mal acto de teatro, son mucha actitud.
Bocanada es lo máximo!
Publicar un comentario