Ni modo.
Este va a ser un post médico. Trataré de no entrar en detalles que los obliguen a dejar su torta de jamón que quizá sestén comiendo a esta hora.
Resulta que tengo un mes con mi cuerpo hecho un lío. Y me la he pasado en un ir y venir al médico (qué bien se siente cuando estás como vil derechohabiente esperando tu turno y el médico te conoce y te abraza y te besa la mejilla frente a todos y se ve todo guapo y poderoso con su bata blanca) me la he vivido en un molesto tratamiento de pastillas, pastillitas y pastillotas, con molestias muy molestas y por supuesto la preocupación constante de qué-demonios-tengo.
Ayer el médico (el mismoguapopoderosodebatablanca) me dijo que en efecto probablemente se trate de lo que yo sospechaba que se podía tratar. Una bolita intrusa.Y está suave saber por lo menos que eso que sientes tiene una razón real, que no te lo estás inventando, que no es producto de tu psique... Por lo pronto es sólo una bolita intrusa hipotética.
Así que ahora sólo resta esperar que llegue el 27 de agosto para que me hagan el estudio definitivo y luego el 23 de septiembre para que el especialista me diga qué hacer al respecto, porque -Viva México- no hay citas disponibles hasta entonces.
Por lo pronto, se aceptan palabras bellas y reconfortantes.
Atte. La (aún hipotética) bolita intrusa y yo.
17.8.04
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1 comentario:
amiga, sí, no estás loca, por lo menos no de esa clase de locura, recuerdas nuestra plática del otro día? uno se siente diferente cuando las cosas se materializan y logras precisar, acuérdate que nosotras, las de nuestra calaña, tenemos la mala costumbre de la certidumbre.
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