Llegó la primavera.
Entro al Hotmail y me encuentro con un portal sobre la moda de primavera del 2004. Tengo la tentación de entrar, de echarme un taquito de ojo, de tomar algunas ideas, ver qué me queda y qué...
Nop.
Mejor no.
A quién trato de engañar.
No me voy a comprar bolsas, ni faldas, ni sandalias.
No voy a ponerme minifaldas cortititas con olanes, no me voy a colgar arracadas de colores chillantes y ochenteros.
No me voy a poner camisetas que digan I'm a bitch (aunque generalmente lo sea).
No voy a usar esos maquillajes que dan una tonalidad brillante ni ese aerosol que broncea las piernas.
No.
En primavera yo sólo me pondré mis tenis rojos de rayas beige que tanto me gustan. Mis pantalones o faldas de mezclilla (comprados en la primavera del 2002) y una camiseta que blanca o azul o roja. La que sea que esté limpia.
No voy a comprarme zapatos porque mejor primero pago el recibo de agua y luz (también de primavera) y puedo broncearme el brazo izquierdo siempre que manejo del trabajo a casa.
Mejor me voy haciendo a la idea de que Prada, Gucci y Banana Republic son demasiado para mí.
Y ni siquiera tengo crédito en Coppel.
29.3.04
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario