Eran las 6:40 de la mañana. Yo mitad piyama y mitad ropa del día, salí de mi casa a tirar la basura como cada lunes (bueno, hay lunes que salgo toda piyama y hay lunes que salgo ya vestida, pero eso no es lo importante). Continúo: salgo y lo primero que veo es la sequedad de mi pasto (un día escribiré del grave conflicto que tengo con mi pasto) (pero eso, de momento, tampoco es lo importante), lo segundo que veo es que mi manguera, mi manguera que me ha acompañado en los últimos cuatro años de vida no estaba en su lugar. Me quedé de piedra. Es más, hasta dije en voz alta (sin temor a ser tomada como la loca de la colonia que habla sola, pues ya todos saben que soy la loca de la colonia que habla sola): ¡¿Y MI MANGUERA?!
Miré a la casa de al lado, no sé por qué, supongo que fue instintivo (para ver si mi vecina la tenía o algo así) (es genial poder culpar a los vecinos de todo) y nada, ella tampoco tenía manguera, y la vecina de más allá tampoco, y la de más allá, menos. Conté 7 casas sin mangueras: ¡SIETE!
Entré a mi casa en una especie de mild shock, y con una serie de cuestionamientos que a continuación comparto.
1) ¿quién se roba no una, sino siete mangueras?
2) ¿cómo se las lleva?
3) si, obviamente, se las lleva en carro es porque vino en carro, por lo tanto
4) ¿quién demonios maneja hasta mi calle que es la penúltima calle del mundo (bueno, no del mundo, pero sí de mi colonia) para robarse 7 mangueras (si no es que más)?
5) una vez robadas, ¿qué demonios hace con ellas? ¿existe un mercado negro de mangueras y yo lo desconozco? ¿hay gente que compraría mangueras usadas? ¿quién le asegura que la manguera de "segunda" que se está llevando no está llena de recuerdos para otra familia (o simple y llanamente, de hoyos de muchos hoyos que impedirán un uso efectivo de la misma)?
Esto es un misterio, un misterio que muy probablemente se quedará sin resolver. Y lo peor es que temo, como nunca antes, comprar otra manguera y que me la roben y que en el inter mi pasto siga secándose sin posibilidad alguna.
Miré a la casa de al lado, no sé por qué, supongo que fue instintivo (para ver si mi vecina la tenía o algo así) (es genial poder culpar a los vecinos de todo) y nada, ella tampoco tenía manguera, y la vecina de más allá tampoco, y la de más allá, menos. Conté 7 casas sin mangueras: ¡SIETE!
Entré a mi casa en una especie de mild shock, y con una serie de cuestionamientos que a continuación comparto.
1) ¿quién se roba no una, sino siete mangueras?
2) ¿cómo se las lleva?
3) si, obviamente, se las lleva en carro es porque vino en carro, por lo tanto
4) ¿quién demonios maneja hasta mi calle que es la penúltima calle del mundo (bueno, no del mundo, pero sí de mi colonia) para robarse 7 mangueras (si no es que más)?
5) una vez robadas, ¿qué demonios hace con ellas? ¿existe un mercado negro de mangueras y yo lo desconozco? ¿hay gente que compraría mangueras usadas? ¿quién le asegura que la manguera de "segunda" que se está llevando no está llena de recuerdos para otra familia (o simple y llanamente, de hoyos de muchos hoyos que impedirán un uso efectivo de la misma)?
Esto es un misterio, un misterio que muy probablemente se quedará sin resolver. Y lo peor es que temo, como nunca antes, comprar otra manguera y que me la roben y que en el inter mi pasto siga secándose sin posibilidad alguna.
1 comentario:
Una vez en mi fraccionamiento amanecieron alrededor de 10 carros con los tapones de gasolina en el piso. Creo que ese robo tiene un poco mas de sentido. Aunque no tantos recuerdos familiares como tu manguera.
Publicar un comentario