A mi familia le gusta mucho la comida china. De hecho hubo una época en que every-single-sunday íbamos a comer al mismo restaurant. Lo convertimos en nuestro lugar, así como en las películas: el lugar ese a donde siempre vas, donde siempre te sientas y donde llega un momento que todos te conocen.
En la mesa de esa esquina estaba el dueño, leyendo siempre periódicos y revistas de su país. Levantaba la mano en forma de saludo. En la caja una de las hijas siempre mostraba sólo la parte superior de su cuerpo, qué pantalón, falda o zapatos usaba no lo sabíamos, pasó de los early 30's a los 40's en un tris. Su apenas sonrisa nos recibía. La otra hija pasó de la adolescencia a la edad adulta, sus embarazos delataban el tiempo.
Uno siempre sabía qué pedir y qué iba a recibir
Todo era orden.
Luego lo olvidamos, nuestras agendas se llenaron de otras actividades y otros restaurantes.
Hace unas semanas el destino nos llevó de vuelta a nuestro lugar. Descubrimos que nuestro amado restaurant sufrió cambios. De pronto todo lo que está de moda estaba ahí: buffet, pizza y sushi se extendían en esa barra. El señor que normalmenté leía sus periódicos de la China, separaba la lechuga con sus deditos (¿llenos de tinta?) frente a nosotros. La cajera se afanaba trayendo y trayendo charolas de comida, su hermana cargando a un hijo en su espalda también lo hacía. La mamá traía el sushi y la pizza. No parecían darse abasto. La gente se amontonaba, empujones, colas, desaparición instantánea del arroz y del chop-suey. La comida prácticamente se preparaba frente a nosotros en condiciones casi anti-higiénicas.
Nos sentimos incomodísimos. Yo no podía dejar de pensar en un comedor para homeless, sentía que en cualquier momento llegarían personas arrastrando costales, cojeando o bien oliendo a licor barato. Me daba risa. Se me revolvía el estómago. El de seis (y medio) repetía que cómo era posible que vendieran pizza los chinos. Se nos agotaron las respuestas. Se nos acabó el gusto.
Mal comimos y pronto nos fuimos.
En el carro nadie dijo nada
y sin embargo sabíamos que ahí ya no volveríamos.
Hay pasados que no dan ganas de visitar.
¿Alguien conoce un buen restaurant de comida china para mis domingos?
28.9.05
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2 comentarios:
Una amiga de mi madre que es de Mexicali (lugar donde la gente come mas comida china en México) le recomendo el Restaurant Lucky (no esta mal y solo venden comida china =) ) esta sobre el Blvd. Rosales y el estacionamiento esta en la calle de la escuela de Lenguas extranjeras de la uni ¿te ubicas?
P.D. Espero no sobrealimentar a tu pez… capaz que lo convierto en pez globo sin querer.
Primero tienes que escupir a donde fuiste.
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