Las maravillas que he leído gracias a eso.
Así pues, en esta ocasión solicité las Obras Completas de Inés Arredondo (las razones más concretas las sabe la mamá del astronauta). Y esperé. Esperé. Esperé a que llegara el dichoso libro. El viernes, ya de plano preocupada por el retraso fui con Mely. Buenos días Mely, cómo estás Mely, ya es viernes Mely. Y Mely toda dulce me dice, qué pena no ha llegado el libro... es que... el Campus Laguna no lo quiso prestar. Y yo con cara de what. ¿Cómo que no? eso no se vale, ¿lo sabe el sistema? ¿LO SABE EL SISTEMA? ¿Con quién los acusamos?
Me sentí parte de un país latinoamericano gobernado por algún tirano absurdo.
Mely prometió seguir buscando, algún campus menos egoísta se apiadará. Y aunque estoy enojada no dejo de pensar que es un Honor para Inés, un Honor que no la dejen salir de Laguna porque es el único ejemplar que tienen y porque nadie se puede dar el lujo de perder a Inés.
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