Anoche me llamó por teléfono y me lo dijo: ¡Ya doy vueltas!
Se veía venir. La decisión fue suya, hace unos días simplemente nos dijo: Quítenle ya las rueditas a la bici. Y lo hicimos. Resultado: trancazos varios pero ánimo inamovible.
Practicar, practicar.
Y ayer, en compañía de mi padre, el de cinco dio sus primeras vueltas (sin rueditas) en su bicicleta verde. Yo no estaba ahí porque (como recordarán) soy la discapacitada de la familia y ayer era yo toda cuello y dolor en mi cama... lejos, muy lejos de donde mi pequeño de ojos bellos pedaleaba y (oh my god!) daba vueltas y todo.
Doy vueltas, mamá... ¿cómo ves? ¿Cómo veo? Pues en ese momento no vi, no vi nada. Pero adentrito de mí vi, vi todo... Y el corazón se me llenó de gusto y orgullo. Se dice que se cayó las primeras veces pero, típico en él, se sacudió el golpe y dijo: No me debe doler, no me debe doler, y se trepó de vuelta. Así de fácil.
Hoy, al mediodía, me invitó a verlo... a ver lo que él llama su espectáculo de bicicleta: mi hijo, mi único hijo dando vueltas y vueltas con una sonrisa en la cara que nadie podría describir y que todos seguramente hemos dibujado cuando un logro.
Este, es un logro y es suyo, sólo suyo.
25.10.04
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4 comentarios:
¡Felicidades a mi novio discotequero! Una pequeña vuelta para el de cinco; una gran vuelta al mundo.
PD ¿Cuándo me enseñas? Yo le quité las llantitas, pero aún no sé dar vueltas...
QUE CHIDO EL RELATO NO PUDE EVITAR SONREIR!!!
Creo que yo tenía mucho más que cinco años cuando le quité las llantitas al artefacto. Me gustaba el aire en la cara y la velocidad. ¡Muchas felicidades al de cinco!
Que paique ahora el podra viajar mas veloz y podra vengarse al fin de el par de malditos perros que lo atacaron. Sera facil que viaje veloz, y al mimo tiempo, les tire patadas o les aviente alguna roca.
Felicidades adorado !
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