Y cuando nos despertamos Lucía estaba ahí. Leyendo el blog de una fulanita que no conoce con una vida relacionada con fulanitos que tampoco y sin embargo, leyendo. Y Lucía escribe. Y Lucía se pregunta si debe hacer, pensar, decir, sentir algo cuando un ex truena con la razón de su separación (¿así es la cosa, Lucía?).
Y yo me pregunto si puedo decir algo al respecto. Y no dejo de pensar en ese capítulo de Sex in the city (ni modo, lo he visto) en que Carrie (la escritora) es invitada a dar una charla sobre cómo pescar marido en N.Y. cuando, en realidad, ella misma no tiene bendita idea de cómo...
¿Qué hacer, Lucía, cuando esebato está un poco más cerca que antes?
No-lo-sé. Sólo sé que se supone que el jarrito que una vez se quebró por más kolaloka que le pongas jamás su tronco endereza. Sólo sé que el futuro de una no debería estar en manos de alguien más (yo a veces pienso que ni en mis propias manos). Sólo sé que hay que ser fuertes, crearse espacios, mundos, dinámicas que te enriquezcan... porque como dice Antonio Muñoz Molina, la soledad es también la celebración de la individualidad (a ver si luego me lo recuerdan también a mí porque cuando tengo ataques de tristísima se me olvida lo de la celebración de la individualidad).
Así que no aflojes Lucía, que de seguro lo peor ya lo viviste... lo que venga noooombre es un muy rainy day pero sólo eso...
p.s. (comentaristas de mi blog, ¿cómo me vi en mi primer y último post de consejería??)
22.7.04
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