31.1.07

BANVILLE/COOK

Después de mucho hablar de ello, después de mucho decir ahora sí te doy el libro y ahora sí me das el libro, ayer finalmente el hombre-lobo y la mujer-bajita intercambiaron libros. Ninguno de los dos lo admitió pero estoy segura de que la sensación es la misma a cuando uno intercambiaba tazos de las sabritas. Así que Banville ya está conmigo y Cook ya está con él.

Me gusta eso de tener con quién intercambiar libros raros, libros difíciles de encontrar. Libros difíciles de describir.

30.1.07

HAPPY HAPPY HAPPY!

A mis dos acuarianos. Al acuariano mayor y hermano mayor que cumple años hoy. Al acuariano menor y sobrino mejor que cumple años mañana. Besos y abrazos (muiks and humps, pues). Se les quiere, se les extraña y se les desean muuuuuusssshoos años más.

29.1.07

EN RESUMEN...

Este fin de semana fui a Álamos a asistir por vez primera al FAOT (léase, festival alfonso ortiz tirado) y en resumen puedo decir que:

1. No hacía tanto frío como creía.
2. A veces me sentí como si estuviera en la Expo-Gan.
3. Los hombres siguen usando el "sht sht" como técnica de conquista.
4. Nortec sigue tocando lo mismo que hace cinco años pero lo sigue haciendo bien.
5. La casa de Roberto Loor y la vida de Roberto Loor merecen ser un libro.
5.1. El libro lo debo escribir yo, las fotos las debe tomar Miguel y las ilustraciones Manuel Meza.
5.2. Necesito una editorial.
6. Es maravilloso viajar con tus amigas, con tu Fendi favorito y que los carros tengan aire acondicionado, calefacción y equipo de sonido.
7. Volver a casa es tan encantador como salir de casa.

26.1.07

SÓLO PUEDO DECIR

¡ Es vieeeeerneeeeees!

(y aunque lo más seguro es que no salga, no beba, no baile, no haga nada anárquico, es viernes y mañana no tengo que levantarme a las cinco a m.)

¡Es vieeeeerneeeeeeeeeesssss!

25.1.07

ME PREGUNTO

Me pregunto cuándo empezó a transformarse nuestra amistad en algo así como dependencia - en mi dependencia, claro está, pues Bé era independiente, era como un carámbano (también en el aspecto de la fragilidad y transtitoriedad implícitas en la palabra, como veo ahora, a posteriori)- hasta que un buen día me vi implicado en su historia que, desde entonces, ya no puedo separar de la mía. Creo que todo empezó con aquella conversación que mantuvimos en el último rincón de un penumbroso bar...

Imre Kertész, Liquidación.

24.1.07

HILO DENTAL

Retomamos para usted amable lector el siguiente hilo de conversación que se convirtió en hilo dental y que se llevó a cabo el día 23 de enero de dosmilsiete a eso de las 5 de la tarde.

- Ya traigo el diente flojo, ¿viste?
- A ver.

(cush cush, suena el diente flojo)
- Se me antoja quitármelo.
- Y ¿por qué no lo haces?
- Me da cosa, pero me gusta cómo se siente estarlo moviendo.
- Ponte un hilito y...
- Ya sé, ya sé, lo de la puerta... me lo dijo mi abuelito, pero no.

(silencio breve)
- ¿Cuánto crees que me traiga el ratón por este diente?
- No sé.
- Me gustaría saber.
- Si me dejas quitarte el diente a mí yo te pago y asunto arreglado.
- No.

(otro silencio breve)

- Bueno... no sé. ¿Cuánto dinero me darías?
- Ah, ¿te importa más el dinero que el diente? Eres un sucio...
- ya sé, ya sé, un sucio materialista. Sí, así soy ¿verdad? Soy como Don Cangrejo.
- Ja ja, sí, eres como Don Cangrejo.
- ¿A poco sabes quién es Don Cangrejo? Si a ti ni te gusta Bob Esponja.
- Pues ya ves.

(silencio medianamente breve)
- Ya traigo el diente más flojo ¿viste?...

23.1.07

...

FRÍO FRÍO FRÍO FRÍO FRÍO FRÍO FRÍO FRÍO FRÍO FRÍO FRÍO FRÍO FRÍO FRÍO FRÍO FRÍO FRÍO FRÍO FRÍO FRÍO FRÍO FRÍO FRÍO FRÍO FRÍO FRÍO FRÍO FRÍO FRÍO FRÍO FRÍO FRÍO FRÍO FRÍO FRÍO FRÍO FRÍO FRÍO FRÍO FRÍO FRÍO FRÍO FRÍO FRÍO FRÍO FRÍO FRÍO FRÍO FRÍO FRÍO FRÍO FRÍO FRÍO FRÍO FRÍO FRÍO FRÍO FRÍO FRÍO FRÍO FRÍO FRÍO FRÍO FRÍO FRÍO FRÍO FRÍO FRÍO FRÍO FRÍO FRÍO FRÍO FRÍO FRÍO FRÍO FRÍO FRÍO FRÍO

22.1.07

PROMISCUIDAD

Ayer. Armada de todo el valor del mundo (supongo) Sazú levanta la voz, la ceja, pone la mano en la cintura y me dice: "¿Alguna vez vas a leer un solo libro a la vez? Mi respuesta es veloz y, quizá, penosa. "No, nunca, no puedo". Baja la ceja, baja la voz, quita la mano de su cintura y suelta sólo un: "mmh" acompañado, creo, de un nodeo de cabeza que afirma algo así como "qué barbaridad".

La verdad es esta, cuando se trata de libros vivo en una promiscuidad absoluta. Tengo un libro para leer en la oficina, otro para leer antes de dormir y generalmente cargo algo en la bolsa para cuando hay que hacer tiempo, esperar, hacer cola, etc.

Supongo que sí, leer en orden, serle fiel a un libro hasta llegar a su final sería lo más sano, adecuado, moral, etc., etc., etc. Pero mi promiscuidad genera el placer que mis ojitos requieren. Creo que a fin de cuentas, si le preguntan a cualquier promiscuo de cualquier otra categoría: "¿Alguna vez vas a dejar de ser promiscuo?" seguramente éste les contestará que no y además que lo suyo no es promiscuidad sino placer.

Y del placer, mejor luego hablamos Sazú. Ejem.

21.1.07

MI MAMÁ RIFA

De pequeña los consejos iban en función de las calificaciones, las caídas en la bicicleta, el arreglo del cuarto. Caminar derecha. Caminar bien derecha.

Ahora los consejos van en función de muchos otros asuntos, caídas en la vida, el arreglo del alma. Caminar derecho, curvo, hacia atrás. No importa. Pero caminar.

20.1.07

SOBRE EL NO DORMIR

Tengo al menos dos semanas sufriendo un poco de insomnio y despertándome a las cuatro a.m. Es una cosa extraña. Despierto completa, no es una cosa de abrir-cerrar ojos. Es mantenerse despierta pero perdida. Hoy, con Coetzee en las manos, encuentro esa misma sensación, me encuentro mientras leo:

Cuando despierta, está envuelto en una oscuridad tan intensa que nota como si le presionara las órbitas de los ojos. No tiene idea de dónde está, no sabe quién es. Es pura vigilia, pura conciencia: eso es todo. Es como si hubiese nacido hace un minuto, como si hubiera nacido en un mundo en el que la noche no da cuartel.

Sonrío. No hay un sentimiento amargo. Sonrío. Eso es todo: he nacido en un mundo en el que la noche no da cuartel. Punto.

19.1.07

HAY

1.Menos tos. Menos temperatura.
2.Dolor de oídos y de cabeza.
3.El abrazo y el cuidado cálido de mamá.

Es raro eso de tener 33 y que sea tu mamá quien te cuide pero además es raro sentirlo tan bien, tan bien.

18.1.07

EL CAMBIO

¿Qué se yo del cambio? ¿Qué se yo? Nada, sólo que lo hago continuamente o bien no lo hago, no lo he hecho nunca. El cambio. Se toma una decisión de cambio y la vista se fija en eso. El cambio. Sí hay un dejo de inseguridad, la invencible nostalgia, toda esa parafernalia que observamos en soledad. El abandono. No, no me acecha el cambio. Lo acecho.

16.1.07

LA CONFORMIDAD DEL CAUTIVO

Leí Un día de placer una pequeña novela del polaco Isaac Bashevis Singer. El libro se compone de una serie de relatos que nos muestran las diversas experiencias del autor, hijo de un rabino, durante sus primeros catorce años de vida en Varsovia. El interior de un hogar judío, el interior de un mundo cuyo eje es la religión es visto y relatado de una manera dulce, simpática, inocente. Aquí no se cuestiona la rigidez de las tradiciones judías, ni sus buenas dosis de tragedia e insensatez (que las hay), aquí se nos muestra un mundo de sabiduría, de bondad. De fe. La conformidad. Bashevis Singer abre su infancia de par en par con un dejo de nostalgia y humor. Se nos muestra el mundo judío antes de.
El rostro de la fe.

Pero pasados esos años y llegado antisemitismo al poder, la historia cambia. El autor húngaro Imre Kertész nos permite observar lo que habría de seguir. La vida de un judío de catorce años y sus experiencias en un campo de concentración son la columna vertebral de su novelaFateless. Aquí no hay un mundo de sabiduría y de bondad, y ni siquiera de nostalgia. Hay, en todo caso, la conformidad hacia el mundo real. La existencia como la más cara de las condiciones. Si el niño de Un día de placer no ve el mundo más allá de su condición, el niño de Fateless está consciente del mundo (el interno y el externo), consciente de su condición y de su destino ausente. Uno no puede sino sentirse derrotado por esa comprensión. La conformidad del cautivo.
El rostro sin fe.

Tanto Bashevis Singer como Kertész fueron premiados con el Nobel, el primero en 1978, el segundo en 2002. Asumo, sin duda alguna, que por razones completamente distintas. ¿Qué se quería oír en los setentas y que nos negamos a oír en el dosmil?

14.1.07

ALFILETERO

Eso soy. Un alfiletero humano. Puedo básicamente escribir un tratado sobre inyecciones. Estoy enferma muy. Y todavía me quedan dos inyecciones más del tratamiento.

DEMONIOS.

12.1.07

HOY SÓLO PUEDO DECIR

COFF COFF COFF COFF COFF COFF COFF COFF COFF COFF COOOOOOFFFF.

Calditos de pollo, tecitos, tarritos con vic vaporub y jarabitos de miel con limón serán bien recibidos en la casa siete.

11.1.07

LAS TRES PREGUNTAS

Como buena heredera de las ideas de Madame Mancilla, este semestre volví a utilizar la estrategia de las tres preguntas para que conocieran un poco más de mí. Entre las tres preguntas de mis seis grupos muestro a ustedes las siguientes:

¿Cuáles son sus propósitos de año nuevo?
¿Cuánto tiene trabajando en el Tec y por qué?
¿Qué hace de su vida cuando no está en el Tec?
¿Qué shampoo usa?
¿Cuántos años tiene?
¿Cuál es su libro favorito?
¿Quién es el más guapo de este salón?
¿Está suegra?
¿Qué hace su hermana en Turquía?
¿Por qué enseña literatura?
¿Qué planes tiene para el futuro?

Algunas fueron fáciles de responder. Otras, otras no.

10.1.07

DESPUÉS DE LEER LA VIDA TRANQUILA DE MARGUERITE DURAS UNA SE APROPIA DE LAS SIGUIENTES IDEAS:

Una está en manos del mar.
Una es ese placer de respirar el mar.

Una es una brizna de desorden.
Una debería estar de vacaciones de sí.

¿Una existe para el placer?
¿Una es presente en el presente?

Una advierte la noche en fuga, en fuga.

(ya ven cómo es una)

9.1.07

FRAGMENTO DE CARTA ESCRITA UNA VEZ A.

La mía no se llama Matilda. La mía no estuvo en un hospital psiquiátrico. La mía no puede ser fotografiada. Pero la mía también se entregó a algo que no comprendo del todo. La mía se llamó Patricia, luego Hatiςe y ahora, Aisha. La mía se marchó a un país y a una religión milenaria. La mía, pues, es otra historia. Y sin embargo asumo que viene de algo similar: de esa manía de querer hurgar en el dolor. De hablar de lo que es incómodo.

Y lo que ronda ahora mi mente como resultado de la escritura – ¿de qué otra cosa? – es cómo hace una que ha escrito cosas tan ligeritas e incoloras para pisar estos terrenos, para abrir estas heridas y lidiar con ellas a puño y letra, Dígame, ¿cómo sea hace para escribir de lo que se escribe?


No, no tengo claro por qué en medio de la noche, en medio de una habitación tibia, en medio de un mes frío, me ha dado por escribirle a usted. He sido, para variar, presa de las palabras. ¿Del instinto?

Le decía. La mía no se llama Matilda pero se parece tanto a ella. A su encierro, a su silencio. Mi personaje vive el encierro y el silencio. No voy a sacarla de ahí. Y es que escribir no es para eso, me va a decir usted, ¿verdad?

8.1.07

UNA TEORÍA MÁS SOBRE EL INSOMNIO DE LOS DOMINGOS

Estoy segura de que lo escribí aquí, si no, lo soñé. Me refiero a mi teoría sobre el insomnio de los domingos. Hoy hablé con otra persona que sufrió ayer el mismo mal. Los síntomas de dicho mal son sencillos pero casi perversos. Uno se va a su camita digamos a las 9-10 de la noche, acomoda su almohada, se tapa, apaga la lámpara y comienza a moverse para acá, para allá, de este lado, del otro. El movimiento se extiende de tal forma que cuando uno menos lo espera son las 11:30 o las 12:45 y el caso es que sin importar lo que haga uno-no-pue-de-dor-mir.

Mi susodicho amigo dice que seguramente las ovejas en vez de brincar para proporcionarle a uno el sueño están haciendo otra cosa. Yo digo que están rascándose la barbilla, viendo el calendario y meditando sobre la terrible emoción que se siente al saber que mañana, MAÑANA, ya es lunes.

Eso es, la clave para comprender el insomnio de los domingos está en el lunes. Lo malo es que yo a los lunes ni los quiero ni los entiendo.

Estoy frita. (Y por supuesto, desvelada).

7.1.07

PAMUK

Sí, es un escritor turco. Pero también es un pez. Un pez azulyrojo. Precioso. Flota en mi casa. No me sonríe ni me habla pero me gusta creer que sí. Que cuando llego a casa y le grito PAAAMUUUUK sonríe y dice, ya llegó la loca esta.

5.1.07

EL PUNTO CIEGO

Siempre he creído que existe un punto ciego. Siempre he creído que se le debe llamar así al espacio ese que existe entre tu carro y otro y que ni volteando ni con el retrovisor puedes ver. En ese punto ciego te crees solo en la carretera. En ese punto ciego no te das cuenta que hay un carro y que si te mueves un poco a la derecha podrías golpearlo, podrías sacarlo de la carretera. Podrías causar el accidente más triste.

Manejo en carretera a diario. Pienso en el punto ciego cuando estoy a punto de rebasar. Me digo: ¿Estaré en el punto ciego? ¿Estará velado otro carro, otra vida ante mí? Sí, me pongo un poco nerviosa.

Hoy he pensado que hay otros puntos ciegos. Lugares únicos que no puedes ver, no puedes sentir, no puedes saber. Que están ahí y que si te mueves hacia ellos podrías causarte el momento más triste del día.

4.1.07

ÚLTIMO

Este es básicamente mi último jalón para la maestría. Llevaré un seminario de investigación del 8 de enero al 2 de mayo y luego tarán: muchas gracias señorita maestra en humanidades (por supuesto, si todo sale bien). Se siente suave, creo que aprendí más en la maestría que en la licenciatura donde alguien seguramente me recordará sentada en el arquito noviando con aquel poeta. Juro que el renacimiento, el siglo de oro y los contemporáneos me pasaron de largo. Ahora no siento que ha sido así. Me descubrí como la nerdy de closet que siempre he sido cuando veía los programas de los cursos que iba a llevar y me emocionaba.

Pero nada, nada me emociona más que terminar por fin la &%$(?[# maestría.

3.1.07

DOS SEMANAS DE

Estas fueron dos semanas de completo reposo. Por primera vez puedo decir casi con gusto: ¡no leí nada! ¡no escribí nada! Convicción propia de no pensar en otra cosa que no fuera ¿dónde está la cobija calientita? ¿dónde dejé el control remoto? ¿qué vamos a comer hoy? Tejí no sé cuántas bufandas frente al televisor, que de la sala fue arrastrado a mi recámara, a cuenta de derecho y revés me eché no sé cuántas películas y series de televisión. El mejor sueño llegaba entre las nueve y las once de la mañana y el mejor desayuno a las doce. Estas fueron dos semanas de todo lo que no hice durante el dosmilseis (o casi todo, ejem).